El Tribunal Supremo ha condenado a nueve años de cárcel a un vecino de Huelva por la agresión sexual a una mujer indigente en noviembre de 2012 en plena calle, a la que además le deberá de abonar una indemnización de 18.500 euros por las lesiones provocadas y las secuelas que le han causado los hechos.
En una sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, el Supremo desestima el recurso de casación del condenado contra la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva, la cual confirma y hace responsable a esta persona de un delito de agresión sexual en concepto de autor.
Considera el Supremo que no se ha vulnerado el principio de presunción de inocencia del condenado, quien consideraba que la declaración de la víctima "no reunía los parámetros establecidos por la jurisprudencia de ese tribunal para atribuirle credibilidad".
Sin embargo, entiende el alto tribunal que "hay prueba de cargo bastante" para inferir el principio de presunción de inocencia y que el hecho de que los restos encontrados en la vagina (zona donde era más fácil el hallazgo de restos seminales del acusado en razón a los hechos) no se correspondiesen con su perfil "no es determinante".
En este punto, considera que "no puede perderse de vista que la versión de la denunciante viene especialmente refrendada por la declaración de los agentes sobre su intervención inmediata en el lugar de los hechos, sorprendiendo al acusado en una posición, con los pantalones bajados, y tumbado boca abajo encima de ella, que también tenía los pantalones bajados".
Asimismo, resalta el hecho de que, aunque la víctima es una persona socialmente marginada, que pasa gran parte del tiempo en una plaza pública, consumiendo cerveza, defendió terminantemente su libertad de determinación sexual y negó rotundamente mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, como mantuvo el condenado.
Los hechos se remontan a finales de noviembre de 2012 cuando el ahora condenado, de madrugada, fue sorprendido por agentes de la Policía Nacional que patrullaban por la zona y se percataron de los gritos de una mujer pidiendo auxilio.
Al llegar al lugar de los hechos los policías observaron cómo el agresor se encontraba sobre la víctima, de 42 años, que estaba tendida en suelo, y mientras la golpeaba intentaba consumar la violación.
Como consecuencia de los golpes, esta persona ha sido condenado también a la pena de dos meses de multa con cuota diaria de seis euros como autor responsable de una falta de lesiones.