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Sábado 16/11/2024
 
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Huelva

“Si no se puede llevar un jamón no se lleva, pero al Rocío se va”

José María Ruiz Rengel, hermano mayor de Huelva

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  • El hermano mayor -

Explica que tenía siete años cuando, amarrado en un caballo, hizo su primer Rocío. Ya va por los 65, y ahora con 71 años José María Ruiz Rengel cumple su principal meta como rociero: ser el hermano mayor de la Hermandad de Huelva. El jueves inicia su camino, y unos 11.000 onubenses darán forma a una caravana compuesta por 50 carros tradicionales, 62 jardineras, 67 tractores y unos 2.000 caballos. En la entrevista con Viva Huelva, Ruiz Rengel resume las sensaciones de su romería más especial al frente de la devoción rociera onubense.

Supongo que este año para usted decir que es especial es quedarse corto…
–Especial, no. Esto es lo más grande que me ha ocurrido en mi vida. Yo lo he pedido y se me ha concedido. Como rociero, he conseguido mi meta, por fin.

¿Y no se disfruta más viendo los toros desde la barrera?
–Los toros desde la barrera lo disfruta el pública que nada más disfruta el toreo porque lo ve, pero el que es torero disfruta toreando. Y en este caso, el que disfruta soy yo.

¿Con qué sensaciones está viviendo este año tan especial para usted?
–El Rocío es Rocío todo el año, sobre todo cuando eres hermano mayor. Actos de protocolo, actos con las hermandades filiales, ambiente del sorteo de carros, el pregón de Eduardo Fernández Jurado que fue apoteósico y el cuerpo termina más encajado… Además este año por el 75 aniversario de nuestro simpecado ha habido muchos eventos, por ejemplo el paseo de la carroza nuestra por Huelva, algo que no se había hecho en la vida, y eso me ha tocado a mí como hermano mayor… Ya ha empezado la cuenta atrás.

¿En qué medida se está notando la crisis económica? ¿El rociero sacrifica otras cosas para cumplir con la tradición?
–La gente se adapta. Es más, la crisis en el tema rociero si no se puede llevar jamón pues no se lleva, pero se va. Con esto te lo explico en breves palabras. Antes había reuniones que se llevaban hasta a un conjuntito a las casa para cantar y bailar; ahora no. Había gente que en sus casas había cuatro o cinco matrimonios; ahora se han reunido dos casas y van en una sola… Quiero decir con esto que se buscan las formas para no faltar al Rocío.

Se habla de que este año en otras hermandades hay cobros a los peregrinos, ¿qué va a hacer su hermandad?
–Hace tres o cuatro años, el hermano mayor les pagaba la comida y un bocadillo a los peregrinos, y la crisis este año también es para el hermano mayor. Imagínate que detrás de la carroza andando van tres o cuatro mil personas. El año pasado, por ejemplo se dieron 7.000 bocadillos. Al peregrino su pertrecho le cuesta diez euros, por decirte una cantidad, y al hermano mayor le cuesta seis o siete mil euros. Agua no le va a faltar, ni el apoyo médico, pero si eres peregrino de verdad debes asumir tu responsabilidad. Entonces, hemos tomado la determinación de que no vamos a dar comida. No pedimos dinero a los peregrinos, pero cada uno que asuma su costo.

Está a punto de empezar a vivir momentos muy especiales, ¿cuáles son los que más le marcan?
–Desde que tomé posesión, ha habido un momento muy especial que fue la procesión de la carroza por Huelva. Otro momento vivido, la peregrinación de Huelva dentro de la reja con mi simpecado a mi lado derecho, mi vara al izquierdo y la virgen enfrente… eso no me lo quita nadie. Y este año, cuando tenga a la virgen delante. En mi caso, todo gira en torno a la virgen. Yo soy un rociero especial, y no lo digo yo, me lo dicen amigos y compañeros. Este año voy al Rocío a disfrutar con la virgen. No tengo ni un momento libre.

Desde su punto de vista, ¿qué distingue a la Hermandad de Huelva respecto al resto de filiales?
–Para mí mi hermandad, su simpecado, su carroza lo que la distingue de las demás es el cariño que le tengo. Si esta pregunta se la haces a uno de Castillo de Locumí, Castillo de Locumí es más que Huelva, si le preguntas a uno de Santa Coloma de Gramanet, te dice lo mismo… Yo quiero mucho a mi Virgen del Rocío, pero le tengo un especial cariño a mi simpecado.

Le va a dar usted la alternativa como hermano mayor a un gran amigo suyo, Paco Millán…
–Más que amigo es familia. Hemos convivido muchos rocíos juntos bajo el mismo techo. Darle la vara es otra de las grandes satisfacciones como hermano mayor.

Hablamos de una de las personas más carismáticas de la hermandad…
–Sí, pero hay otros hermanos que no se ven y que tienen la misma importancia que Paco Millán. Yo tengo una reunión que hemos venido los 365 días del año para estar con el Simpecado. En la sombra hay muy buenos rocieros. Con esto no quiero quitar que Paco ha hecho mucho por esta hermandad, y creo que se merece ser hermano mayor.

¿Qué deseo transmite a sus hermanos de cara al Rocío que ya está a la vuelta de la esquina?
–Más que desearles, les pido que vayamos hermanados, con orden, que es principal para el camino, con precaución, y que vayan en hermanamiento, sin discusiones, que cuando uno no quiere dos no se pelean. Que colaboremos todos juntos como yo voy a colaborar con ellos. De esa manera, vamos a entrar como Huelva entra siempre, que el Rocío se vuelca cuando entra Huelva.

Y empieza el Rocío cuando entra Huelva…
–No. Eso es un dicho que nunca me ha gustado. El Rocío empieza cuando Almonte entra con su Simpecado. Huelva, lo que hace es que entra con muchísimo ambiente y mucho personal, pero El Rocío empieza cuando entra Almonte, porque la Virgen del Rocío es patrona de Almonte y es la Romería de El Rocío es la romería de Almonte, que no se nos olvide.

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