Pasa de unos años a esta parte que la comparsa hace del Concurso de Agrupaciones del Carnaval Colombino un compendio de propuestas altamente artísticas, bellas en lo musical y literariamente cargadas de mensaje. Al fin y al cabo, eso es el Carnaval. Por su parte, la chirigota, un género diferente, donde la gracia ha de primar sobre aspectos como el montaje de voces, vuelve a evidenciar en el concurso de este año que no pasa, ni de lejos, por su mejor momento.
El adiós de autores como Jesuli Perojil o Fali Ramos ha dejado huérfano al género de la chirigota, que este año, salvo honrosas excepciones que se quedan en los dedos de una mano, no acaba de despuntar. Se demostró durante la fase preliminar, y en las semifinales que arrancaron este viernes los grandes momentos los está dejando la comparsa.
Un ejemplo de esta calidad de la que el Gran Teatro puede presumir en comparsas llega este año desde la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra. ‘Los de arriba y los de abajo’ defienden el tipo de las diferencias sociales durante una época feudal que esta agrupación se trata de recordar que no está del todo superada. Su pase del viernes fue sobresaliente, dejando el pasodoble más directo, crítico, implicado y carnavalero que hasta ahora se ha cantado en la presente edición de la batalla de coplas: el dedicado a la política del ‘y tú más’ que desarrollan en su día a día el PP y el PSOE. Hagan por escucharlo. La verdad en poco más de dos minutos.
También del viernes destacar la consagración de ‘Antoñita la fantástica’, comparsa de Víctor Quintero y Antonio Cabezas, que dejó otra actuación sublime, con un pasodoble dedicado a los colores a la altura de los grandes creadores. YCabezas lo es.  
Ya el sábado, otra de las comparsas llamadas a participar de la fiesta de la gran final, ‘Los fanáticos’ de Ayamonte, volvió a deleitar al público onubense, al igual que ‘La niña bonita’, comparsa de Punta Umbría, que volvió a regalar grandes dosis de emoción.
En cuanto a las chirigotas y sus honrosas excepciones, la sesión del sábado dejó otro rato de optimismo y buena gente con ‘Adolfo el portugués’, la sencillez y el buen hacer de ‘Las malcasás’ y un punto de soniquete e irreverencia de mano de la pandilla de ‘La cara oculta de la luna’, agrupación de Villarrasa que apunta, salvo sopresa, a ser una de las finalistas.