"Un grito contra el olvido, la historia de los olvidados y de los olvidados de la historia", así define el periodista Rafael Adamuz su novela 'La Memoria Varada' en la que rescata para la sociedad el que puede ser considerado el primer macrojuicio sumarial de la época franquista.
La génesis de la historia se sitúa el 19 de julio de 1936, el día en que una columna minera procedente de la Cuenca Minera onubense, llegó a las proximidades de Sevilla, al barrio de La Pañoleta, para combatir el golpe militar que acababa de triunfar allí, algo que nunca sucedió porque el objetivo "saltó por los aires" como consecuencia de "una traición".
Y es que allí los mismos guardias civiles que tenían órdenes de acompañarles les tendieron una sangrienta emboscada que se saldó con más de una decena de muertos y con 70 apresados a traición en el Cabo Carvoeiro, la prisión improvisada en un barco de cabotaje atracado en el Guadalquivir y con un posterior juicio, probablemente el mayor Consejo de Guerra celebrado en los albores de la Guerra Civil en España, que ahora rescata Adamuz y cuyo resultado "no dejará indiferente a nadie y molestará a más de uno".
Así lo ha indicado a Efe su propio autor, quien señala la radio, Canal Sur Huelva, donde trabaja, y unas "cartas reveladoras" como el punto de inicio de una investigación que, concebida inicialmente para ser tesis, ha llegado a ser novela para que "la historia, lo que de verdad ocurrió llegué a un mayor número de gente".
Fue hace diez años, cuando conducía en la radio una sección sobre memoria histórica cuando tuvo conocimiento de unos hechos que llamaron su atención, los de La Pañoleta, y poco después supo de la existencia de unas cartas inéditas escritas por Luis Marín Bermejo, uno de los mineros procesados y entabló contacto con la familia.
"En ningún momento me pusieron pega alguna, me dejaron las cartas con la condición que hiciera lo que hiciera les consultara", ha precisado Adamuz.
Desde ese momento comenzó a tirar del hilo; se hizo con el expediente sumarial 95/36 que recoge el procedimiento judicial al que fueron sometidos esos 70 detenidos que venían de la Cuenca Minera y, después de cuatro años de investigación se dispuso a darle forma, optando finalmente por la novela: "Cuando descubrí lo que ocurre al final, fue tanta mi indignación, que decidí arriesgarme y hacer una novela para que llegara a más gente".
Un final que no desvela pero que asegura "no deja indiferente a nadie por su mezquindad" y que supone el colofón a un libro que, en su opinión, destaca por muchas cosas, como "el que se trate probablemente del primer macrojuicio sumarial del franquismo, que se lleva a cabo cuando ni siquiera se sabía aún el rumbo que iba a tomar el conflicto bélico" contra 70 personas que nada tenían que ver con la política, algo que, quizás, "sea uno de los elementos claves y desde el punto de vista histórico su mayor valía".
El libro cuenta con una introducción del juez Baltasar Garzón que realizó después de leerlo y asegurar que "le había entusiasmado", algo que halaga al novel escritor ya que considera a Garzón como "el máximo exponente de la lucha por la memoria histórica en España".
Adamuz, natural de Granada pero afincado en Huelva, está orgulloso por haber podido rescatar "un episodio que ha estado sepultado durante décadas" en el que "no hay ficción".
La "columna vertebral" de la novela es el proceso sumarial y el 90 por ciento de lo que cuenta "surge de un atestado o diligencia judicial; incluso las declaraciones de los detenidos son textuales, así como las cartas"; la contextualización y los elementos literarios introducidos ayudan al lector a recrear con más detalle este capítulo de la historia que, varado en la memoria de algunos, ahora se revela.