El equipo de fútbol femenino, Sporting de Huelva, y la Asociación de Familiares Enfermos de Alzheimer estrechan sus lazos en la tertulia 'Ellas son la élite' de Viva Huelva
Una pena pero es así. Es bastante preocupante, angustioso y frustrante que el club de fútbol femenino Fundación Cajasol Sporting y la Asociación de Familiares de Alzheimer de Huelva (AFA-Huelva) vivan con una soga al cuello día tras día. Son dos ejemplos en la capital onubense, entre otros muchos que existen, que transmiten valores vitales para la sociedad como son la igualdad, la solidaridad o el sacrificio para que haya un futuro mejor. Y no tienen apoyos. O muy pocos. Ambas entidades se encuentran faltas de recursos económicos y necesitan urgentemente de la colaboración de las instituciones públicas y de empresas privadas para seguir subsistiendo. En ocasiones uno llega a pensar que son unas gotas perdidas en medio del océano porque su repercusión ni es mediática ni es comentada frecuentemente en la barra de los bares, pero realizan una labor social encomiable. De ello trató la tertulia que realiza Viva Huelva, ‘Ellas son la élite’, durante todos los martes en la taberna Guatiné, situada en la calle Miguel Redondo número 4. Asistieron Fernando Azcárate, segundo entrenador del Sporting, Sandra Castelló, jugadora del equipo femenino, y José Ramón Casado, tesorero de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFA-Huelva), quienes disfrutaron de un exquisito menú y de esporádicas carcajadas dentro del drama que sufren a diario.
Tanto Azcárate como Castelló reconocieron que del fútbol femenino uno no puede vivir. Están obligados a buscar a compaginar el deporte con otro trabajo, ya que si no es imposible llevar una vida digna. “El fútbol femenino en general está económicamente más o menos igual que el Sporting. Personalmente puedo mantenerme de las dietas que da el club, pero no te da para ahorrar para el futuro. Ahora mismo juego al fútbol y estudio para tener un futuro en el día de mañana”, confesó Castelló, la defensora lateral derecho más utilizada por el entrenador Antonio Toledo. Nacida en la Comunidad Valenciana en el pueblo de Jávea, tiene 21 años y lleva dos años en Huelva tras su breve paso por el Levante. Su ilusión es formar parte del Sporting en las próximas temporadas, al igual que Azcárate, quien llegó hace pocos meses al club onubense tras la marcha de Joaquín Rasco. Él reconoció también que está obligado a “compaginar el fútbol con otro trabajo” para poder comer. Eso sí, al segundo entrenador del Sporting le preocupa que el Recreativo sea ayudado por el Consistorio local por la inyección de poco más de un millón de euros. “Se comprende que es futbol masculino y es el Decano. Pero nosotros también llevamos el nombre de Huelva por toda España y somos campeonas de Andalucía. Vemos que el resultado de ayudas es el mismo pase lo que pase y es un poco frustrante. Seguimos trabajando porque no queda otro camino”, dijo Azcárate.
Por su parte, en la parte que le toca, José Ramón Casado tiene ya casi un máster en problemas económicos siendo tesorero de la Asociación. “Nosotros también hacemos un bien tremendo a la sociedad y no tenemos la relevancia que la sociedad debe tener con nosotros aunque va mejorando con la ley de dependencia. Sufrimos problemas económicos por convenios firmados y no pagados. Hay 800.000 personas con Alzheimer diagnosticado y nos necesitan”, manifestó tras un relato en el que expuso con vehemencia la crueldad de la enfermedad y dio importancia a la vida sana para combatirla. Además, Casado se identificó con la cruenta situación que atraviesa el Sporting y dijo que le daba “pena” que un organismo de suma importancia como la Federación no ayude más a estos equipos o ponga tantas trabas a deportistas de élite como a la jugadora de bádminton onubense, Carolina Marín.
El papel del deporte en el Alzheimer
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Todos tenemos un familiar o una persona cercana que lo padece y sabe de la dificultad que conlleva para el entorno del enfermo. El deporte, entre otras cosas, puede servir para retrasar la enfermedad o pelearla cuando ya estás sumergido en ella. “Es conocida la importancia de los fisioterapeutas en los enfermos. Sin embargo, el deporte que más ayuda es la natación siempre que sea ayudada en el sentido de que tienes que llevar a una persona que padece Alzheimer, sumergirlo en agua caliente y hacerle los ejercicios clásicos de recuperación. El hecho de realizar deporte básico y elemental es importante como son los juegos de pelota. Hay muchas técnicas para las fases 1 y 2, pero para la 3 es imposible. En la primera fase 1 existen faltas de memoria pero el cerebro sigue rigiendo sin problemas. En la segunda fase pierdes la memoria reciente y empiezas a perder control de movimientos, estabilidad, noción de la ubicación,… y en la 3 caes encamado y vuelves a la posición fetal. Ahora empiezan las universidades a hacer estudios para ver la influencia del deporte con la enfermedad. No hay una correlación directa entre deporte y enfermedad. Eso sí, una vida sana en la que hayas tenido muchas vivencias durante tu vida implica que tienes una riqueza de conocimientos que en el transcurso de la enfermedad hace que se retrase la fase 2. Si uno tiene una reserva cognitiva grande tiene más posibilidades de prolongar su vida”.
Sin embargo, la esperanza es lo último que se pierde. Tanto en el duro día a día como hasta que ese día sea el último.