Cáritas Diocesana de Huelva ha cifrado hoy en 2.000 los inmigrantes que residen en asentamientos chabolistas en la provincia onubense, por lo que cree que el incendio declarado ayer en uno de Palos de la Frontera es "grave pero puntual" tras el que se esconde la realidad de todas estas personas.
En un comunicado, Cáritas ha indicado que el incendio pone de manifiesto las "precarias" condiciones en las que viven muchas personas en el campo onubense, que acuden a la campaña agrícola, su "drama personal".
Han apuntado que nada más conocer los hechos personal de Cáritas Diocesana de Huelva se desplazó al lugar de los hechos, junto con otras entidades sociales, para atender de forma urgente a las personas afectadas, a las que ofreció la ayuda de emergencia que pudieran necesitar, como hicieron otras entidades sociales.
Cáritas ha llamado la atención de que el tema de los asentamientos es un fenómeno que viene registrándose desde hace más de una década, ante el cual no se terminan de poner soluciones: "No es una realidad ciega, sino que estas personas están cerca de nosotros y no podemos mirar a otro lado y dejar de escucharlas".
Ante esta situación, Cáritas Diocesana de Huelva pide "una mayor implicación de las administraciones competentes para buscar una solución real a este problema", así como la creación de una mesa intersectorial, con participación de los propios afectados.
También reclaman crear una red de recursos en todas las zonas agrícolas que permitan a los trabajadores temporeros no verse obligados a vivir en asentamientos que no disponen de ningún tipo de servicios y que esos servicios básicos que se le deben de prestar se vean ampliados con aquellos otros que complementen las necesidades de atención social, de salud, educación de las personas que se desplazan a la provincia a trabajar.
La puesta en marcha programas de ayuda y mediación al alquiler de viviendas que ofrezcan una alternativa a las chabolas, son otras de las peticiones de Cáritas.