Ante la impotencia de no poder hacer nada, de no recibir garantías al no existir un plan de viabilidad del Decano y por no ser cómplices de la situación que atraviesa el club, los dos consejeros adjudicados por el Ayuntamiento de Huelva, José Antonio García Zambrano y Manuel Daniel, presentaron en la mañana de este lunes su dimisión ante el Consejo de Administración recreativista. “No puede ser que a Pablo Comas se le pregunte por un plan de viabilidad y diga que ya pagará y no haya un plan de ruta”, comentó uno de los consejeros a Viva Huelva.
El socio mayoritario, Gildoy, presidido por Pablo Comas en estos momentos, lleva sin cumplir varios meses con las obligaciones de pago con sus trabajadores y hasta cuatro con los jugadores. Por ello, los consejeros pidieron información por escrito para acceder a la vida social y económica del club y no han tenido respuesta. “No vamos a compartir esta línea de actuación ni el incumplimiento de derechos fundamentales”, rezaba en una nota de prensa presentada por el Ayuntamiento de Huelva, quien aún maneja un cuarto de las acciones del club onubense.
Incertidumbre
Los ya exconsejeros saben de primera mano que la situación del club es insostenible y se encuentran bastante decepcionados por el aplazamiento de la Junta General de Accionistas, que se debía celebrar antes de fin de año y será ya en 2016. Encima los jugadores de la primera plantilla han denunciado los reiterados impagos ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
No quieren responder los ya exconsejeros ante responsabilidades patrimoniales en caso de disolución del club y están obligados a denunciar cualquier irregularidad si acaso lo viesen, algo que “tendremos que valorar si se realiza algún tipo de acción y estamos en la obligación de hacer lo que la ley nos diga”.
Los exconsejeros consideraron que no pueden seguir siendo “cómplices de decisiones que no están en su mano y que su trabajo fue entorpecido y limitado por su accionista mayoritario”.
Posición del Ayuntamiento
Las dimisiones de José Antonio García Zambrano y Manuel Daniel son respaldadas por el Consistorio onubense, ya que “no puede compartir esta línea de actuación ni el incumplimiento de derechos que son fundamentales”.
Además, desde el Ayuntamiento se continuará que se ponga encima de la mesa un plan de viabilidad para el Decano del fútbol español o buscar alternativas de cara al futuro más inmediato.
De hecho, en las últimas fechas la Mesa técnica de la Unidad del Recreativo ha solicitado la pasada semana una reunión con Pablo Comas cuando él diga y quiera. Desde la nota de prensa que envió el Ayuntamiento se manifestó que “el equipo de gobierno considera que el trabajo tiene ahora más que nunca sentido, y que continuará exigiendo al club que dé a conocer cuál es su previsión de futuro para sacar adelante al Recreativo”.
Tras la dimisión de los dos consejeros adjudicados por el Ayuntamiento en el Decano, aún se desconoce si se colocarán a otros dos miembros o será directamente el alcalde, Gabriel Cruz, o el concejal de deportes, Antonio Ramos, quien se siente a negociar con Pablo Comas.
¿Y ahora qué?
Si el Ayuntamiento no puede pagar, que lo prohibe la ley española al encontrarse intervenidas sus cuentas, tiene que ser Gildoy quien abone el dinero para la supervivencia del Decano. “Desde allí nos dicen que abonará lo que pueda, pero no garantiza que se pueda pagar todo”, manifestaron desde fuentes cercanas al Consistorio onubense.
De momento, se desconoce la procedencia del dinero que llega al Recreativo después de encontrarse embargado desde febrero de 2014. El club onubense afirmó este pasado verano que Víctor Hugo Mesa dejaba el club y que un grupo inversor mexicano entraba en el club para fortalecerle de músculo financiero. Sin embargo, la realidad es la que es y el Recreativo no ha conseguido la cautelar con la Agencia Tributaria, no ha levantado su embargo de las cuentas y mantiene el impago reiterado de las mensualidades.
