Un usuario del Complejo Deportivo El Saladillo presentó este miércoles una reclamación ante la Junta de Andalucía en la que insta a que se investigue si el centro contaba con los medios socorristas adecuados cuando hace aproximadamente cuatro meses falleció un hombre en una de las piscinas de las instalaciones al sufrir un infarto. La hoja de quejas, a la que ha tenido acceso Viva Huelva, señala que “a raíz del fallecimiento de una persona en la piscina” colocaron en las instalaciones acuáticas “cuatro monitores socorristas”. El denunciante asegura que anteriormente a este trágico suceso “sólo había dos”.
Además, en la reclamación se expresa que “según me cuenta un testigo presencial, fueron dos usuarios los que ayudaron a sacar el cuerpo”. Asimismo, el denunciante se pregunta si “con las miles de personas” que usan las instalaciones “es normal que sólo haya habido dos socorristas”.
Finalmente, cuestiona: “¿Se estaban incumpliendo algunas normas de seguridad antes del incidente? ¿Quién o quiénes serían los responsables?”.
Versión del Saladillo
Conocida esta polémica reclamación, Viva Huelva se puso en contacto con la dirección del complejo deportivo. Desde la dirección de la instalación se indicó a este medio que en todo momento “se actuó correctamente” y que en el trágico suceso “en todo momento cumplimos con la legalidad”.
El Saladillo defiende que cuentan con los socorristas que marca la ley y que en algunos momentos son hasta seis los profesionales de la vigilancia de la piscina los que dan servicio.
Centrándose estrictamente en el día de los hechos, El Saladillo indica que “cumplíamos estrictamente con la normativa existente”. En cuanto al contenido de la denuncia que indica que fueron los propios usuarios los que sacaron el cuerpo de la piscina, las fuentes del centro consultadas por este medio indican que “un socorrista se tiró al agua, y algunos usuarios le ayudaron”.
Asimismo, aseguran desde el complejo deportivo que al hombre que finalmente murió “se le practicó un masaje cardiorrespiratorio, y no salió agua por su boca, lo que indica que no se ahogó, sino que fue una muerte natural”.
Por último, han lamentado que cuatro meses después se recuerde la historia de un día “muy desagradable para nosotros, para el socorrista que actuó y, por supuesto, para la familia del afectado”. “Fui un día trágico para toda la familia del Saladillo”.
Por último, desde las instalaciones aclaran que estos cuatro meses no han recibido ninguna información por parte de los investigadores que indique que el trágico suceso se hubiera podido producir a causa de una negligencia.
Ahora, un usuario ha querido que desde la Junta se establezcan, si procede, los mecanismos necesarios para esclarecer la muerte de uno de los muchos usuarios que cada día disfrutan de las piscinas del Saladillo.