Cuando los gobiernos y representantes internacionales no están a la altura, es la sociedad civil la que da un paso al frente para hacer lo que no le corresponde, para demostrar una vez más, que la humanidad y la solidaridad nacen de la calle y no de los despachos.
Quiero sentir tu frío, sentir tu cansancio, tu esfuerzo por llegar. Aún sabiendo que al final yo sí saldré del aguaEso es precisamente lo que ha hecho la onubense Manuela Millán, un ejemplo más de que Huelva es solidaria y le duele el corazón. Por ello, con mucho esfuerzo y motivada por la gran labor que desarrolla la asociación onubense AYRE, ha organizado este sábado una iniciativa que une deporte, ocio, concienciación y solidaridad y que está enfocada en los más débiles, los niños sirios refugiados que malviven en los campamentos a la espera del futuro que les han robado.
Bajo el lema ‘Siria se ahoga, mójate por ellos’, la iniciativa propone a los onubenses cinco horas para nadar por los niños refugiados, de 9.00 a 14.00 horas en la piscina del Andrés Estrada.
El precio de la inscripción es de cinco euros, y se puede hacer a través de la web momotickets.com o el mismo día en el polideportivo. También se pueden realizar donaciones y aportaciones a la Calle 0, en la cuenta ES23 2100 7916 64 0200045907. Millán explica que no solicitan grandes aportaciones, ya que la idea es “crear conciencia de la ayuda en grupo”.
Son cinco horas de nado y cinco euros de inscripción, una cifra que no está elegida al azar, sino que buscar hacer hincapié en que “son los años que dura el conflicto bélico en Siria”.
La idea de unir deporte y solidaridad busca la participación activa, pues “la idea es participar, no sólo aportar”. Niños, colectivos con discapacidad, adultos... Todos estarán este sábado en este nado solidario.
Todo lo recaudado se canalizará a través de la Asociación de Ayuda a los Refugiados (AYRE), una organización onubense que se creó en marzo para ayudar ‘in situ’ en los campamentos de refugiados en Grecia, principalmente en el ámbito sanitario, y que cada quince días envía a un grupo de voluntarios a la zona. El próximo partirá el 2 de junio, y será en ese viaje cuando lleven la recaudación de esta iniciativa.
Con el dinero recaudado, que irá “integramente” destinado a este fin, recalca Millán, se comprará ya en Grecia diverso material para repartirlo en los campamentos. En su mayoría estará enfocado al ámbito sanitario, pues “hay niños que ya tienen problemas intestinales, porque no toman los lácteos necesarios, con infecciones, y sin vacunar”. También se adquirirá material educativo y de alimentación, y además -Millán hace especial hincapié-, material lúdico, ya que “los niños tienen que tener su espacio de ocio”. Por ello, su intención es que “al menos haya un balón o un peluche, en el caso de los más pequeños, por cada cinco niños”.
Concienciación
Desde la fatídica imagen de un pequeño ahogado en una playa de Turquía, en septiembre, hasta este mes, Millán afirma que “han muerto 400 niños menores de cinco años” intentando dejar atrás, a través del mar, el horror de la guerra. Por ello, con este gesto en el Andrés Estrada también lanzan un mensaje a esos pequeños: “Quiero sentir tu frío, sentir tu cansancio, tu esfuerzo por llegar. Aún sabiendo que al final yo sí saldré del agua”.