El Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva ha iniciado las obras de ampliación y remodelación del área de Urgencias de Pediatría, dentro del ambicioso proyecto de mejora de la atención infantil a la población onubense en el que se encuentra inmerso en el último año, con una ampliación progresiva del nivel de prestaciones, potenciando su capacidad de resolución y disminuyendo las derivaciones a otras provincias. Todo ello responde a la necesidad de llevar a cabo determinadas mejoras en tanto en cuanto se acomete el proyecto del Hospital Materno-Infantil comprometido por la Junta en Huelva, con la inclusión de una partida en el próximo presupuesto autonómico.
La puesta en marcha de este proyecto de ampliación y mejora de las actuales Urgencias suponen la ampliación del edificio hacia el exterior en 460 metros construidos, la reordenación de los espacios actuales con incremento del espacio de las dependencias asistenciales pediátricas, reformando asimismo el área de admisión general y ampliando la sala de familiares de urgencias, ha informado el centro hospitalario en una nota.
La ejecución de las obras, cuya finalización está prevista a primeros de año, se está realizando de acuerdo al cronograma establecido para no interferir en el normal desarrollo de la actividad asistencial y con la máxima celeridad. Con esta misma finalidad, la sala de espera de familiares de adultos de urgencias, se ha situado en un habitáculo provisional frente a la puerta de entrada.
No obstante, el centro hospitalario pide de antemano disculpas por las molestias ocasionadas a las familias por esta situación que resulta inevitable para realizar las obras con rapidez y no interferir en la asistencia a los menores y sus familias.
Las nuevas instalaciones permitirán mejorar el espacio disponible, con un aumento del número de consultas, pasando de dos a tres; incremento de los puestos de la Sala de Observación, de siete a nueva, concretamente ocho camas y un puesto adicional destinado a lactantes, y la mejora de la capacidad de la sala de Aerosolterapia. Asimismo, se dota una sala específica de reanimación cardiopulmonar infantil, integrada en Urgencias Pediátricas, y se mejora el acceso a Urgencias Pediátrica con un vestíbulo diferenciado y un área de triaje infantil independiente a las consultas.
Con todo esto se mejora la capacidad asistencial pudiendo ofrecer una mejor respuesta al paciente pediátrico y su familia. Por un lado, disponer de un mayor número de consultas facilita la atención de urgencia a un mayor número de niños en menos tiempo y, por otra parte, aumentar los puestos de Observación Pediátrica, evitará una parte de los ingresos en la Unidad de Hospitalización, al poderse realizar un seguimiento y vigilancia más estrechas del menor desde su llegada a Urgencias, pudiéndose resolver su cuadro sin necesidad de ingreso.
La sala de Reanimación Cardiopulmonar integrada en las mismas dependencias permite atender a los niños en el entorno pediátrico. A lo largo del año los profesionales del servicio atienden alrededor de 26.000 urgencias pediátricas.
Todo ello se une a la reciente modificación del circuito de atención de los niños y niñas que acuden a Urgencias por un traumatismo craneoencefálico o un traumatismo grave, de manera que son atendidos desde el primer momento en el circuito asistencial de urgencias de pediatría permitiendo una observación más estrecha directamente por el pediatra de guardia.
Según señalan desde el hospital, esto supone un avance cualitativo en la asistencia desligándose desde el inicio del circuito general de urgencias de traumatología, donde venían siendo atendidos hasta ahora tanto los adultos como los niños. Se estima que se encuentran en esta situación unos 1.500 menores anualmente.
Este nuevo proyecto en desarrollo se suma a los avances que se han ido poniendo en marcha a lo largo del año en el Hospital Juan Ramón Jiménez para la mejora de la atención infantil, entre los que destacan la nueva Unidad de Cuidados Intensivos, la Unidad de Cuidados Intermedios, la ampliación de las habitaciones de aislamiento para pacientes oncohematológicos, la realización de pruebas diagnósticas complejas con sedación, el refuerzo de la atención urgente y un mayor desarrollo de las subespecialidades pediátricas.
