Juan Francisco Palacios es uno de los carnavaleros que han asumido esta fiesta como estilo de vida, llevando su guitarra allá donde le lleve el ritmo, sin importarle el lugar, el tiempo o la distancia, y que ha perfeccionado tanto sus cualidades como ‘púa’, que se ha convertido en unos de los mejores de cuantos pisan las tablas del Gran Teatro. Incansable, perfeccionista y creativo en sus diseños musicales, es uno de los componentes más preciados.
Llevo tantos años viéndote en las tablas que he perdido la cuenta. ¿En qué año empezaste?
Comencé en el año 1998. Mis dos primeras agrupaciones fueron la chirigota ‘Rock de la Ovejita’ y la comparsa ‘Niños del Pasado’, ambas de la conocida Peña de Los Peques y dirigidas por Antonio ‘El Gitano’. Precisamente este Carnaval 2018 estoy de aniversario, ya que se cumplen 20 años de aquel primer carnaval y lo recuerdo como si fuera ayer. Tanto es así, que llevo tatuado en números romanos aquel año MCMXCVIII.
Mi enhorabuena. Veinte años dan para mucho, y sobre todo, siendo el carnavalero más activo de Huelva. ¿Qué te ha aportado el carnaval?
Haber salido en siete diferentes localidades (más una octava como autor) me ha aportado una visión del carnaval bastante integradora. Particularmente, concibo el carnaval como la fiesta de la libertad, universal y sin fronteras, y cada sitio tiene su idiosincrasia pero, también sus puntos en común. He aprendido diferentes formas de denominar las voces, terminología de instrumentos u otras cuestiones de carnaval propia de cada localidad, y hasta mentalidad de ensayos a puerta abierta o no, dependiendo de cada sitio. Las experiencias positivas son inolvidables. Podría contar los buenos ratos en los ensayos, las ilusiones que se sienten y viven, los sentimientos en los distintos escenarios, la conexión con el público, el reconocimiento, los propios premios y veredictos favorables. Me enorgullece haber conocido todos los ilustres teatros de nuestra geografía y llevar el carnaval en verano por toda Andalucía con mi antología 'Los solistas' etc.
¿Qué aspectos deberíamos mejorar con respecto a otros carnavales?
Nuestro carnaval es un carnaval que ha quedado relegado a un concurso de agrupaciones. Incluso la propia calle está sometida a éste. Otros carnavales preparan carrozas, grupos de pasacalles, disfraces en grupo, etc. Admiro y casi envidio eso de otros carnavales. Aquí las agrupaciones son las principales protagonistas en la Cabalgata, junto a los grupos sudamericanos (maldito racismo de algunos/as carnavaleros/as hacia este colectivo), la corte de Choqueras y damas, y poco más. Y sobre el concurso, es cierto que ha bajado cuantitativa pero no cualitativamente. El concurso es nuestro punto fuerte y debemos cuidarlo.
Como docente de Primaria, ¿cómo podríamos acercar el carnaval a los colegios?
En primer lugar, no se puede obviar el papel decisivo que tienen nuestros centros educativos en esto como motor social, donde se inculcan tradiciones y costumbres. El carnaval debe promocionarse desde los colegios de nuestra ciudad. Y digo ‘desde’, porque no basta con visitas institucionales de la FOPAC a cada colegio. Desgraciadamente, esto está en manos de los centros y la decisión de fomentar el carnaval con pasacalles y actividades está en cada claustro, en cada reunión de los departamentos de actividades culturales de cada centro, etc. La Hispanidad es un barrio muy carnavalero y mi colegio se vuelca con el carnaval. Sin embargo, cada colegio es un mundo y hay colegios que se vuelcan más con Halloween que con nuestro Carnaval. Realmente, un vivo reflejo de la propia sociedad onubense.
Ya por último, ¿qué esperas del Carnaval 2018?
Disfrutar mucho en todos lados: en la calle, en el teatro, en Huelva, en Punta Umbría, en Valverde, allá donde vaya… cada carnaval es especial y sólo pido que éste sea igual o más especial que siempre. Por supuesto, mucha alegría que para eso es la fiesta de la alegría. Las penas, a un lado.