La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha puesto en marcha en Huelva el Programa de Seguimiento y Conservación del Aguilucho Cenizo (Cyrcus pygargus) para 2018 con una reunión de coordinación. La población de esta especie se mantiene estable con unas cien parejas en Huelva con 85 pollos volados en 2017.
Según ha informado la Junta en una nota de prensa, la campaña se alargará hasta julio, cuando se lleve a cabo el seguimiento de los pollos volantones. El primer paso tras el encuentro entre los coordinadores y los agentes de medio ambiente, en el que ha estado presente el delegado territorial, José Antonio Cortés, es la localización de las colonias. El dispositivo se extiende tanto por la campiña como por la marisma.
Cortés ha agradecido a los agentes de Medio Ambiente su "dedicación y esfuerzo en esta actividad". "Son los claros protagonistas de los avances que se están logrando. Con su trabajo y el de los coordinadores se ha consolidado un modelo en toda Andalucía que está dando grandes resultados", ha explicado.
El Programa de Seguimiento y Conservación del Aguilucho Cenizo se centra en mayo en la localización de nidos en las colonias identificadas en abril. Para esta labor se hace uso de las nuevas tecnologías mediante el uso de 'smartphones' y de drones, para evitar molestias.
Durante este mes también se realiza la ardua labor de localización de propietarios y se realizan los primeros contactos con cooperativas y cosechadores para saber cuándo iniciarán la campaña de cosecha del trigo --previsiblemente a finales de mayo--.
"La colaboración de los agricultores y cooperativas también resulta fundamental en la conservación de la especie, sobre todo al permitir el retraso de cosechas", ha comentado el delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. El aguilucho cenizo es una especie muy importante en el control de plagas para el cereal ya que se alimenta de cigarras y pequeños roedores, además de mantener fuera de los campos de cereal las bandadas de gorriones que se alimentan del trigo.
Las actuaciones sobre los nidos se realizan en junio y la medida principal es la demora de cosechas, con más de un 85 por ciento por ciento de éxito. Con un porcentaje menor de eficacia se sitúan otras medidas como el vallado del rodal para evitar la predación o el traslado a linde o a los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREAs).
La población se mantiene estable con unas cien parejas en Huelva con 85 pollos volados en 2017. "Los grandes objetivos del Programa se centran en este dato, ya que la media está por debajo de un pollo por nido. Se ha actuado directamente sobre 36 nidos. Sin la actuación de los agentes se hubieran perdido", ha agregado Cortés.
DESPLIEGUE EN HUELVA
Un operativo formado por más de 25 personas, entre técnicos, agentes de medio ambiente y personal de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (AMAYA), desarrolla el Programa de Seguimiento y Conservación del Aguilucho Cenizo, en el que se integra la Asociación Ecologista Ituci Verde, agente activo en los Campos de Tejada.
El aguilucho cenizo es un ave rapaz de tamaño medio catalogada como vulnerable. La especie se asienta en el Valle del Guadalquivir para utilizar los cultivos de cereales como principal hábitat de cría. La mecanización agrícola antes de que los pollos vuelen supone una amenaza.
Los espacios preferidos por el aguilucho cenizo para su cría en la provincia de Huelva son los cultivos de trigo de secano, especialmente en fincas de pequeñas dimensiones. La onubense es la única provincia de Andalucía donde existen colonias de aguilucho cenizo en marismas.
Los municipios en los que se plasma el Programa son Paterna del Campo, Escacena del Campo, Manzanilla, Villalba del Alcor, Niebla, Rociana del Condado, Almonte, San Juan del Puerto, Beas y Trigueros. Por tercer año consecutivo, el programa alcanza a la población de los parajes naturales Marismas del Odiel, Marismas del Isla Cristina, Marismas del Río Piedras y la Flecha del Rompido y el Espacio Natural de Doñana.
A lo largo de la campaña, además, se llevarán a cabo labores de educación ambiental en los colegios de Paterna del Campo y Escacena del Campo y una exposición itinerante sobre la especie en los mismos centros.