Agentes de la Policía Nacional han detenido en Huelva a dos personas de origen nigeriano, B.A. y H.E., por un presunto delito de trata de seres humanos y organización criminal, al obligar a prostituirse a una compatriota a la que había traído desde su país de origen para tal fin.
Las investigaciones se iniciaron hace dos meses, gracias a la colaboración ciudadana, a través de uno de los canales que Policía Nacional mantiene abiertos en su lucha contra la trata de seres humanos, el teléfono 900 10 50 90. Los policías de la Brigada de Extranjería de la Comisaría onubense tuvieron conocimiento de la existencia de una mujer nigeriana obligada a prostituirse en las calles de la capital. Tras localizar a la víctima, se realizaron varios contactos con ella para oírla en declaración y aplicar el Protocolo que existe en materia de Trata de Seres Humanos, encontrando que era poco receptiva a la colaboración con la Policía.
A mediados del mes mayo, esta vez contando con la cooperación de un voluntario de una ONG, se producen nuevas entrevistas con la víctima obteniendo mejor resultado. Por estas entrevistas los investigadores conocieron datos tanto de la forma de captación, como de las vejaciones soportadas para doblegar su voluntad.
Un largo viaje a Europa
La víctima, de familia muy humilde, cayó en las redes de esta organización criminal en su país de origen, cuando buscaba venir a Europa para llevar una vida mejor. La organización que la captó le ofreció correr con los gastos que originaba su viaje, indicándole que una vez en Europa debería devolverles el dinero.
En su viaje por África, con destino a Libia, fue sometida a vejaciones de todo tipo, incluyendo abusos sexuales. Durante ese viaje supo que la deuda contraída con la organización ascendía a 30.000 euros, y que para pagarlos debería trabajar ejerciendo la prostitución. Siempre vigilada, desde Libia cruzó el mar Mediterráneo en una barcaza con destino Italia y desde el país italiano la red criminal la trasladó a Huelva, entregándola a un matrimonio nigeriano que la obligó a trabajar como prostituta en las calles de la capital onubense para saldar la deuda.
El rito del vudú
Antes de salir de Nigeria, y con el objetivo de doblegar su voluntad, fue sometida a un ritual vudú, obligándola a beber un brebaje preparado con sangre, cabellos y uñas de la víctima mezclado con sangre y vísceras de un pollo sacrificado, junto a un brebaje desconocido. Con este rito consiguen doblegar la voluntad de las mujeres objeto de trata, haciéndolas creer que caso de no obedecer pueden morir tanto ellas como sus familias.
Su “trabajo” en Huelva
Su “trabajo” en las calles de la capital onubense fue, como se ha dicho, ejercer la prostitución. El matrimonio compatriota la obligaba a entregar todo el dinero que conseguía con su “trabajo”. Durante su estancia en Huelva -desde marzo de 2017- recibió todo tipo de amenazas por parte de sus “cuidadores”, golpeándola en numerosas ocasiones; llegando a quitarle una agenda, donde anotaba el dinero obtenido con el ejercicio de la prostitución, para que no pudiera controlar el tiempo que tardaría en cancelar la deuda de 30.000 euros.
Conocidos todos estos hechos, los Agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras procedieron a la detención del matrimonio nigeriano, instruyéndose las correspondientes diligencias policiales, siendo puestos a disposición del Juzgado pertinente.
Desde Policía Nacional se recuerda que
“Contra la trata no hay trato” poniendo a disposición de víctimas y testigos el teléfono
900 10 50 90 y el correo electrónico
trata@policia.es .