El Ayuntamiento de Almonte cobrará por primera vez una tasa a las grandes multinacionales energéticas por el uso del suelo en el municipio, de manera que estas compañías tendrán que pagar, a partir de 2019, por tener canalizaciones que discurren por suelo municipal.
Así se contempla en la nueva Ordenanza de Transporte y Energía del Consistorio almonteño que ha sido elaborada por el equipo de gobierno municipal y aprobada por el Pleno con el voto a favor del Grupo Socialista y de Mesa de Convergencia, según ha detallado el Ayuntamiento en una nota.
El teniente de alcalde delegado de Hacienda, Francisco Manuel Toro, ha explicado que a través de esta ordenanza se gravará a estas compañías "el cinco por ciento del valor de mercado del suelo por el que discurren sus canalizaciones, ya sean gasoductos, oleoductos o tendidos eléctricos", de manera que el Ayuntamiento ingresará "unos 200.000 euros anuales".
Toro ha defendido que esta medida es de justicia, pues, al igual que cualquier empresa paga una tasa por el uso del suelo público, "resulta difícil pensar que una compañía energética no pague al propietario de las fincas por las que discurren sus canalizaciones, que es lo que ha estado pasando en Almonte durante los últimos 30 años".
Por este motivo, la alcaldesa de Almonte, Rocío Espinosa (PSOE), ha destacado que la aprobación de esta ordenanza es "un hecho histórico" en el municipio, pues "es la primera vez en la historia democrática" en la que se impone una tasa, impuesto o gravamen a aquellas multinacionales energéticas "que se aprovechan de nuestro territorio, y lo hacemos por una cuestión de justicia tributaria".
Para la regidora almonteña, se trata de una medida basada en la Constitución bajo el amparo de la justicia tributaria por la que "se busca la equidad en la aplicación de los tributos", de tal forma que medidas como ésta, y otras realizadas el pasado año, "han permitido aplicar la primera bajada del IBI de la historia en este ejercicio", según ha defendido.