La Virgen del Rocío ha salido de su ermita para recorrer las calles de la aldea almonteña horas antes de emprender su traslado hasta la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción de Almonte, evento que ocurre cada siete años y que en esta ocasión tiene un carácter especial al coincidir con la conmemoración del centenario de la coronación canónica de la Virgen del Rocío y la concesión de Año Jubilar Mariano.
Ataviada de pastora y a hombros de los almonteños tras un multitudinario salto de la reja sobre las 14,46 horas, la Virgen del Rocío ha salido de su ermita unos diez minutos después para comenzar a recorrer rodeada de fieles las calles de la aldea, comenzando por la explanada de su santuario, para pasar después por la esquina de la Hermandad de Moguer, calle Romería por delante de la Hermandad de Huelva, así como por el eucaliptal de la Plaza Doñana hasta la hermandad de Gines, hermandad de Madrid y poner ya rumbo a la avenida del Camino de los Llanos.
La hora de salida rumbo a Almonte no está determinada, pero la Virgen del Rocío debe emprender su traslado al municipio (un recorrido de unos 15 kilómetros) con el atardecer, es decir, debe hacerse sin luz, de noche.
Tras un intenso fin de semana de actos y cultos religiosos con motivo del tradicional Rocío Chico, a las 10,00 horas de este lunes se ha celebrado la solemne función votiva, en la que se renueva el voto de acción de gracias del pueblo de Almonte a su patrona y que ha presidido el obispo de Huelva, José Vilaplana, quien en su homilía ha llamado a que estos meses que estará la Virgen del Rocío en Almonte "nos ayuden a fortalecer la fe y a crecer en humanidad".
Terminada la misa sobre las 11,15 horas, ha tenido lugar la procesión eucarística de la Custodia bajo palio alrededor del Santuario, que ha concluido a las 11,45 horas. Tras este acto de fe, tres horas después se ha llevado a cabo la salida de la Virgen del Rocío de su ermita.
Así, tras procesionar por la aldea, con el último rayo de sol, la Virgen del Rocío, vestida de pastora y cubierta para evitar que la imagen se dañe con el polvo del camino, pondrá rumbo a Almonte, de manera que al amanecer debe estar en El Alto del Molinillo, en recinto de El Chaparral, donde las camaristas de la Virgen le descubrirán el rostro, con los primeros rayos del sol. Será entonces cuando los asistentes romperán en júbilo.
Desde El Chaparral, los almonteños llevarán a su patrona hasta la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción donde permanece nueve meses, concretamente hasta una semana antes de la Romería de Pentecostés del año siguiente. Para recibir a su patrona, Almonte ha engalanado sus calles e instalado una catedral efímera para que el municipio luzca con todo su esplendor.