Son las chirigotas las que por ahora toman la delantera, augurándose una batalla de coplas encarnizada, en una noche donde se ha mostrado la mejor versión
Gran Noche en el Gran Teatro donde las agrupaciones onubenses despertaron en esta fase de preliminares, logrando subir el listón que empezaba a tocar el suelo. Desde el primer instante se notó que Huelva -incluida la provincia- cantaba en el teatro, subiendo el nivel de asistencia y congregando a un buen número de seguidores. Aún así no cerramos taquilla, algo comienza a preocupar en el ambiente.
El nivel del concurso empieza a tomar medidas y son las chirigotas hasta el momento las que toman la delantera, augurándose una batalla de coplas encarnizada, de las que sólo pueden quedar cuatro. Buenos repertorios para estos chirigoteros en los que se observa un gran trabajo detrás, cuidando detalles y ‘currándose’ los personajes que clavan en sus respectivas parodias. Está claro que serán las palabras las que tomen la difícil decisión, las que lleven el peso fuerte de este trigésimo séptimo certamen del Colombino, que a pesar de sus años malos, adquiere en este febrero un importante momento para superar las adversidades que ha vivido, observándose una excelente motivación, tanto en las tablas como en el ambiente que se crea en las butacas o en la carpa del Pati.
En esta tercera jornada han sido grupos con pocos años constituidos los que han marcado el nivel de calidad, los que han asentado las bases de cómo se debe vivir el escenario y de cómo hacer disfrutar a un público con ganas de fiesta: con letras directas, sin miedos y sin complejos. Grupos que están marcando su terreno en pocos años y que son garantes de un concurso sano y con potencial. Es el carnavalero, al margen de federaciones y organismos gubernamentales, el que está mostrando la mejor versión de esta fiesta, un hecho que estamos percibiendo más allá del teatro y que comienza en sus respectivos cuartos de ensayos.
Estamos en esa época de cambio, de necesitar la ayuda de todos y de que la imagen que en esta jornada hemos percibido, que la grandeza que nos han transmitido, se extienda durante décadas, fomentando y potenciando esas cualidades innatas que los verdaderos protagonistas nos regalan. En esta tercera sesión ha comenzado el verdadero Colombino. Mucha suerte y gracias por esta gran noche.
La noche está fresquibiris (Los Fresquibiris): Salto en todos los aspectos para esta chirigota del Molino, que llegan criogenizados a su puesta de largo. Genial interpretación durante todo el repertorio, siempre en el tipo. Simpáticas letras que no dejan de sorprender al respetable, rompiendo en el popurrí y sacando la mejor versión de esta chirigota, con calidad suficiente para estar entre las grandes. Destaco la musicalidad de los pasodobles, la afinación del conjunto y la capacidad de interpretación de sus integrantes, que siguen en una línea ascendente y sin perder el sello personal de sus autores.
El hombre de sangre fría: Y llegaron a las tablas. Con un controvertido año, lleno de vicisitudes y constantes cambios en sus filas. Esta comparsa logra presentar sus credenciales ante el público onubense con una gran expectación y muchas expectativas, que por razones obvias no llegan a lograr. Hablamos de Fali Ramos, uno de los máximos representantes carnavaleros de Huelva, del que se espera siempre lo superlativo, más allá de los premios. El grupo no se sintió a gusto en las tablas, no se le vio disfrutar de una actuación que se han ganado a pulso, donde las ilusiones y el amor por esta fiesta fueron más potentes que las adversidades que vivieron. Me quedo con haber disfrutado de esta comparsa muy localista, donde el orgullo patrio estuvo muy por encima.
Manolo García ‘El último de la fila’: ¡Ay! Manolito, dónde te han metido... Con un tipo muy creativo e ingenioso se presenta está chirigota comandada por Ángel Atienza, que rompe con todo lo establecido, demostrando que con pasión y trabajo se puede lograr tocar el cielo. Desternillante repertorio de estos padres que acompañan a sus hijos como penitentes en Semana Santa. Desde la presentación hasta los últimos acordes del popurrí no dejan de sorprender con sus creativas parodias y letras. Superan con creces sus años anteriores. Sólo un detalle, hay que mirar al futuro, que eso lo sabéis hacer.
La divina comparsa: Muy sorprendidos con la propuesta que nos traen de Mairena del Alcor, que gustó bastante al respetable. El grupo muy por encima del repertorio, con algunos momentos que espero superarán en el siguiente pase. Voces afinadas, compactas y sacando partido a determinados integrantes, a veces, con cierta estridencia. Cuplés al uso y estribillo muy bien logrado, resaltando el popurrí, bien engarzado y conjuntado en casi todo momento. Agrupación que dará más de sí y que veremos con seguridad en la siguiente fase. Dante estaría orgulloso.
Una chirigota muy fresquita: La chirigota de Isla Cristina fue una de las agrupaciones más esperadas de la noche, teniendo en cuenta que el pasado concurso dieron el ‘pelotazo’, siendo una de las propuestas para lograr ese primer premio que no llegaron a conseguir (cuarta en el concurso). Su frenético y pegadizo ritmo contagió desde el primer momento a todo el teatro, logrando meternos en su particular mundo helado. El tipo es complicado, algo que supieron solventar con su particular estilo, pero saturó en momentos y no lograron superar las expectativas que tenemos de este grupo, que ha conquistado al Carnaval Colombino y que espero volver a ver en la siguiente fase.