El Programa de Cría en Cautividad del Lince Ibérico Lynx-ex-situ ha registrado en el centro El Acebuche, ubicado en Almonte (Huelva) en el Espacio Natural de Doñana, la muerte de dos cachorros durante el periodo agresivo de peleas que muestran todas las camadas nacidas en el programa entre el segundo y el tercer mes de vida.
Según recoge el boletín de enero del programa, consultado por Europa Press, con estas dos bajas son seis en total las muertes de cachorros que han sucedido en El Acebuche relacionadas con este periodo agresivo desde que en 2005 se detectara la primera, con la muerte de Brecina, y se descubriera este comportamiento tan excepcional en la especie. Hacía ocho años que no se producía una baja durante este periodo crítico en El Acebuche.
Habitualmente, una vez que las peleas se inician, los cachorros tendrán una serie de enfrentamientos con sus hermanos hasta que uno de ellos muestra sumisión. Aún así, el vencedor tratará de seguir amedrentando a los sumisos cada vez que tenga ocasión durante varias horas. Estos encontronazos tienen lugar entre todos los integrantes de la camada durante ese tiempo.
De este modo, una vez que dos cachorros comienzan la primera pelea, el resto de integrantes de la camada también pelearán durante las próximas horas con todos sus hermanos, una especie de todos contra todos, hasta que las heridas o el miedo haga que unos vayan mostrando su rechazo a tener más enfrentamientos y los agresores comiencen a relajarse viendo que han conseguido su propósito.
Todo este alboroto suele tener lugar en pocas horas y es común que pasadas 24-48 horas desde que se inicien, la paz se reestablezca en la camada y vuelvan a aparecer poco a poco los juegos y los contactos entre ellos sin agresividad de por medio.
Este año 2019 ha sido excepcional por la contundencia de estas agresiones. El caso más dramático fue el que tuvo lugar en la camada de la hembra Jaipur. Los dos cachorros de esta camada, un macho y una hembra, entraron en esta fase agresiva en el día 38 de vida. La contundencia fue máxima, hasta tal punto que el cachorro identificado como Q2Jaipur, la hembra, falleció durante el primer enfrentamiento.
La necropsia realizada mostraba una fractura craneal producida por una fuerte contusión que le causó la muerte instantánea. Cabe la duda si la fractura craneal pudo deberse a un golpe fortuito durante la agresión o si fue debida a la acción directa de las agresiones del otro cachorro o la contundencia de la madre al intentar separar la pelea.
La segunda muerte relacionada con esta fase agresiva se produjo en la camada de la hembra Nársil a los 44 días de vida. Esta camada formada por tres cachorros estuvieron un día y medio peleando y todo el proceso mostró una pauta normal. Pasadas 40 horas desde su inicio, los cachorros comenzaron a volver a mamar, jugar, correr, todos juntos con aparente normalidad.
El 5 de mayo, transcurridos dos días desde la finalización de las agresiones, al ejemplar Q3Nársil se le observa por cámaras que está más delgada y parece no mamar bien. La revisión de los vídeos muestra como el ejemplar cambia continuamente de mama cuando trata de engancharse para alimentarse. Se decide su captura para examen ante la posible existencia de un desgarro en el labio que requiriese de sutura para su reincorporación a la camada lo antes posible.
Según han indicado, la sorpresa fue detectar que el ejemplar mostraba una fractura abierta del maxilar inferior izquierdo. Este trauma requirió de dos intervenciones quirúrgicas complejas los días 6 y 10 de mayo. Tras la segunda intervención se decidió la eutanasia del animal debido a la valoración de no viabilidad de los resultados quirúrgicos obtenidos.
Se trata de un año especialmente agresivo que deja dos bajas en El Acebuche que se suman a otras dos bajas sucedidas en el resto de centros de cría.
Además, han indicado que las dos intervenciones quirúrgicas realizadas sobre un cachorro de tan corta edad han supuesto "un hito relevante" a nivel de medicina veterinaria en el programa, ampliando conocimientos sobre inducción, mantenimiento, monitorización y control de parámetros anestésicos que difieren de los exámenes e intervenciones más comunes sobre ejemplares adultos que se suelen practicar en el programa.