El Ayuntamiento de Huelva ha rendido homenaje al presbítero Francisco Gaona, rotulando una calle situada entre el colegio Teresianas y el Barrio Obrero para "rendir tributo a un ser humano inolvidable, con este recuerdo indeleble, dedicado a una persona que siempre estuvo al lado de sus vecinos y ahora lo seguirá estando para siempre, permaneciendo en su barrio", según ha destacado el alcalde Gabriel Cruz.
Así, ha puesto de relieve "el ejercicio de un ministerio abierto a los ciudadanos, con un talante y una generosidad que caló hondo, como demuestra esta iniciativa surgida de los propios vecinos". Por ello, como alcalde de Huelva, se ha mostrado satisfecho de "poder devolver un poco de tanta entrega y calor recibido por su parte".
El obispo de Huelva, Santiago Gómez, ha sido el encargado de agradecer a la ciudad el reconocimiento "a una vida entregada a este barrio, animando la presencia de la Iglesia desde su parroquia durante décadas, para convertirse en promotor de la amistad social, la solidaridad y la caridad, siempre desde la fe, predicando el evangelio y celebrando los sacramentos, como fuente de energía para el acercamiento, principalmente, con los más desfavorecidos", según ha indicado el Ayuntamiento en una nota de prensa.
En un sencillo acto arropado por miembros de la Corporación Municipal, familiares del homenajeado; representantes del Colegio y la Comunidad Teresianas; de la Diócesis; y de las Asociaciones de Vecinos Santa Ana y Santa Bárbara, se ha descubierto la placa dos años después de su muerte, en la que figura el nombre de 'Presbítero Francisco Gaona'.
La concesión de la calle se hizo efectiva en el Acto de Entrega de los Honores y Distinciones de la ciudad del Día de Huelva 2020, a iniciativa de la comunidad de religiosas Teresianas de Huelva y las asociaciones de vecinos de la zona.
Fallecido en 2019 a los 83 años, Francisco Gaona fue párroco de San José Obrero de Huelva desde su creación en 1968, hasta su jubilación, que tuvo lugar en el año 2015, por lo que desempeñó una intensa labor religiosa en todo el barrio durante 47 años. Además, fue canónigo de la Catedral y ejerció también como profesor, estando muy ligado al colegio de Las Teresianas de la capital.
Persona muy querida y respetada en la ciudad, se ganó el cariño de multitud de onubenses "gracias a su compromiso con las personas y su trato amable". Un hombre "incansable" que, desde su jubilación, venía desempeñando la función de capellán de la comunidad de religiosas de la Compañía de Santa Teresa de Huelva, manteniéndose activo en su labor religiosa.
Con esta calle, permanecerán en la memoria colectiva de la ciudad la bondad, cercanía y la humanidad del padre Francisco Gaona; su sonrisa fácil, su conversación, su atención a quien lo necesitaba y el consuelo que daba a los feligreses durante toda una vida hecha vocación y entrega a los demás desde el sacerdocio.