La Catedral de La Merced ha sido el escenario elegido para decir adiós a un Pentecostés atípico y con las miras puestas ya en 2020, con la esperanza de poder celebrar de nuevo la romería y vivir el reencuentro con la Blanca Paloma en la aldea de El Rocío.
Así, la Catedral acogió a última hora de este miércoles la misa de despedida de Pentecostés con la presencia de los simpecados de las dos hermandades de la capital, Huelva y Emigrantes.
En este ‘Rocío de Esperanza’, este acto ha sido el broche de oro de todos los actos que se han venido celebrando desde el mes de abril por parte de ambas corporaciones, con la realización de exposiciones, charlas, presentaciones y mesas redondas que han tenido su culmen con una apretada agenda de cultos durante los días en que debía celebrarse la romería.
La eucaristía de punto y final estuvo concelabrada por los directores espirituales de las dos filiales.