Las Fiestas de San Lucas no han podido tener un comienzo mejor para caseteros, feriantes y hosteleros. Con nivel de alerta sanitaria cero y un recinto ferial acondicionado como un espacio controlado y seguro, la afluencia de estaba garantizada.
La expectación por la organización del recinto ferial, con una zona diferenciada para caseteros, con cuatro instalaciones de mayor tamaño que las tradicionales; y otra para feriantes y parque de atracciones, contribuyó a que el sábado se viviera un ambiente tradicional de ‘feria’ aunque este año se denomine ‘fiesta’. Este año, la capital cierra el calendario nacional siendo la única de España en celebrar unas fiestas con casetas.
El recinto ferial siempre ha sido el lugar ‘natural’ en el que los jiennenses se encuentran con motivo de San Lucas. “El inicio ha sido magnífico. Arrancamos a las doce de la mañana y acabamos a las seis menos cuarto de la madrugada. Hubo colas de media hora para entrar a las casetas, pero la gente demostró que está acostumbrada. Fuimos prudentes y cortamos la entrada de personas al recinto de casetas para no superar el aforo, para que no se masificaran las casetas. Ha gustado mucho que las casetas tengan terraza”, valora el presidente de la Asociación de Caseteros, Juan José Martínez.
El uso de la mascarilla en el recinto es obligatorio, pero reconocen que es lo más complicado de controlar.
Han sido dos primeros días de lleno en las casetas de copa y en la de comida, de gran afluencia en el parque de atracciones y de buen ambiente en los puestos de comida, vinos y tómbolas del recinto ferial. “Esperamos una buena feria, que podamos salir adelante con todos los gastos. Montar una caseta este año es más costoso”, dice Martínez. Por otra parte, los caseteros denuncian el cobro de unas “tasas desmesuradas” por parte de Aqualia, que han oscilado entre los 300 y casi 700 euros.
“Para darnos el suministro del agua, han estimado el coste por la ocupación, al tener más módulos y más baños”, lamenta Martínez. Para los feriantes, ha sido la primera ‘no feria’ en la que han podido trabajar tras la pandemia por el Covid-19, habiendo sido uno de los sectores más damnificados.
El montaje de las atracciones ha contribuido a decidirse por el ferial para disfrutar.
Las fiestas de San Lucas están beneficiando al sector de la hostelería de la capital, con un nivel de ocupación que ha colgado el cartel de ‘no hay mesa’ este primer fin de semana y que lo pone “complicado” de cara al próximo. “Al haber sólo cuatro casetas, los jiennenses se han repartido por los bares de la ciudad. Está siendo un año atípico, en el buen sentido. Se ha llenado todo y estimamos que durante la semana se va a mantener. Hay ganas de fiestas. Ya está casi todo lleno para el fin de semana que viene. Es el principio de lo que está por llegar”, agradece el presidente de Hostur Jaén, Antonio Lechuga.