El Real Jaén en su estadio es una máquina perfecta de ganar y claro, si ante él se presenta un equipo dubitativo como fue el Atlético Porcuna, muy blando atrás, acaba dándose un festín como el que presenció la afición ‘lagarta’.
Había ganas de revancha en la plantilla del Real Jaén de cara al encuentro con el Atlético Porcuna por la derrota que recibieron en tierras porcunenses en la primera vuelta. Lo demostraron desde que comenzó a rodar la bola los chicos de Chumilla. Pusieron los blancos el modo apisonadora y convirtieron la primera mitad en una secuencia de ocasiones, una detrás de otra, para deleite de la numerosa afición asistente al partido.
A los dos minutos habían dispuesto ya los locales de un córner y en el seis llegó el primero del partido. Le puso la firma Edu López y, lejos de relajarse, su equipo puso una marcha más en su empeño de buscar la portería contraria. Óscar Lozano fue el siguiente en intentarlo con un disparo que se marchó alto por poco y, justo después, Mario Martos estrelló en el larguero otro envío.
El Porcuna, como un nieto en casa de abuela, no podía más que esperar sentado y esperar que aquello no acabase en indigestión, porque la presión blanca fue extrema. Óscar Lozano la volvió a tener en un balón servido desde la línea de fondo y que acabó encontrándose con las manos de Sergio Muñoz. No tuvo que esperar mucho más Lozano para encontrar el premio a su insistencia pues en la siguiente jugada logró el segundo tanto del partido.
Apenas se había sacado del centro del campo cuando volvió a la carga el equipo lagarto y amplió de nuevo distancias en el marcador, esta vez por mediación de Antonio López. Mario Martos estuvo a punto de hacer el cuarto poco después pero la suerte fue más esquiva en su caso. Hubo dos ocasiones más para los capitalinos antes de que se acabase la primera mitad pero, Sergio Muñoz supo evitar que su equipo se fuese al descanso con un número de goles alarmante.
La segunda mitad, ya con el partido sentenciado, cayó en ritmo considerablemente. El Atlético Porcuna, está a tan solo un punto del descenso y el relevo en el banquillo de Juan Arsenal por Pedro Nogueira no cumplió aquella máxima futbolística de ‘entrenador nuevo victoria asegurada’. Tampoco dio sensación alguna el cuadro rojiblanco de ser capaz de encontrar la vía para reaccionar mínimamente. Al menos se llevó el ‘honor’ de ser el segundo equipo que ha sido capaz de ver portería esta temporada en el Nuevo La Victoria.
Un centro servido desde la derecha, que no fueron capaces de despejar ninguno de los centrales, acabó en los pies de Cañero que no perdonó. Un minuto le duró esta alegría a los porcunenses porque Mario Marto encontró la línea de fondo por la derecha y la puso templada al área donde Zaki, completamente solo, remató con la testa para firmar el cuatro a uno.
Volvió a animarse el Real Jaén viendo la goleada al alcance de la mano y Mario Martos fue el siguiente en anotar. Un balón servido a espaldas de los centrales, un control perfecto con el pecho y una definición cruzada con la zurda sirvieron para completar la ‘manita’. El sexto fue de todavía mejor factura, un latigazo de Zaki desde la frontal del área que entró ajustado a la escuadra, y aún lograría un tanto más el ariete logrando un hat trick que sirvió como colofón a la fiesta blanca.
El hecho de no dejar la portería a cero y la lesión que se produjo en el segundo tiempo de Lolo Armario fueron las únicas notas negativas de un encuentro que sirve al Real Jaén para mantener los tres puntos de ventaja en la tabla con respecto a sus más inmediatos perseguidores, pues Marbella y El Palo también ganaron.