Contra equipos grandes, para ganar no se puede desperdiciar ni una sola ocasión y, ante el más grande de todos, el Jaén Paraíso Interior FS
perdonó en exceso.
La primera parte fue una auténtica oda al fútbol sala. C
on ritmo, goles, intensidad y oportunidades. Jaén fue el que disfrutó de más y mejores, aunque también Espíndola tuvo su buena dosis de trabajo, casi siempre contra disparos exteriores del conjunto blaugrana. Ambos equipos generaron peligro en cantidades industriales, pero los goles acabaron llegando fruto de los errores.
El primero lo aprovechó César que, montando un contragolpe, sorprendió a Dídac con un latigazo que puso en pie a los más de 6.000 espectadores que abarrotaron el Olivo Arena. Apenas se había recuperado del golpe el FC Barcelona cuando Mati Rosa obtuvo fruto de la presión ejercida sobre Lozano. El rebote acabó solo y manso en la portería catalana.
Aunque estos
respondieron acto seguido con una contra en la que Matheus, por la derecha, acabó marchándose de Espíndola y anotando. Se quedó así en el marcador un dos a uno que ya no se movería hasta el final.
Y no lo hizo porque el Jaén Paraíso Interior FS no tuvo la puntería de la que viene gozando durante toda la temporada. Chino dispuso hasta de dos dobles penaltis antes de que llegase el descanso y no pudo materializar ninguno de los dos. Se marchó el cuadro amarillo a la caseta con la sensación de haber perdonado, pero es que aún lo haría más.
Nada más arrancar la segunda mitad, Sergio agarró a Espíndola cuando este estaba a punto de marcar, pero Jaén no supo ni pudo aprovechar la superioridad numérica. Poco a poco, sabiéndose vivo en el partido, creció y avanzó metros el FC Barcelona y pasó a ser, por primera vez en el partido, dominador de un encuentro en el que los colegiados le acabaron dando un empujón.
Porque Jaén aguantaba de lo lindo, hasta el punto de que Velasco tuvo que sacar el portero-jugador a falta de cinco minutos. Fue uno de después cuando Michel fue al suelo a por un balón, rozando apenas a Antonio que se tiró, y
los colegiados señalaron la sexta falta. La anotó Ferrao y cuando todo parecía apuntar a un final titánico por parte del cuadro blaugrana, llegó la expulsión de Pito.
A falta de 50 segundos para el final, pero no fue capaz esta vez Jaén ni casi de generar peligro. Gestionó a las mil maravillas el conjunto visitante una nueva inferioridad para acabar llevándose un punto de un encuentro que habría ganado Jaén en 99 de 100 veces que se repitiese.