Termina el año en el que se ha conmemorado el vigésimo aniversario de la creación de la marca ‘Jaén, paraíso interior’. Dos décadas en las que el lema se ha consolidado hasta formar ya parte inseparable de Jaén, de su provincia, de su oferta y de sus gentes. Sin embargo, la promoción de la marca ha ido acompañada de lo más importante, inversión y puesta en valor del rico patrimonio jienense y siempre, con la Diputación Provincial de la mano de otras administraciones, como Junta, Gobierno central, ayuntamientos e iniciativa privada. Programas como el Viaje al Tiempo de los Íberos, la Ruta de los Castillos y las Batalles, la Fiesta del Primer Aceite, la puesta en valor del patrimonio minero, la cultura del toro, el Renacimiento del Sur o la apuesta por el óleoturismo eran impensables hace veinte años y hoy, son uno de los discursos más serios de toda Andalucía. Y muestra de ello es además, la apuesta de este año de la Diputación Provincial por dotar a la capital y toda su provincia de un edificio tan singular como es el que ocupara el inmueble de Banesto en la calle Roldán y Marín como centro cultural y oficina de turismo provincial, o de un Palacio de Deportes junto a la Junta. Sin duda, veinte años fructíferos que deben ser solo el inicio.