La vuelta de las zambombas a Jerez el pasado fin de semana ha sido más accidentada de lo que se preveía después de que una de las que se celebraba en un casco de bodega de la plaza Silos tuviera que ser
desalojada por efectivos de la Policía Local por exceso de aforo. En concreto, según explica el delegado de Seguridad, Rubén Pérez, a Viva Jerez, los organizadores reunieron a más del triple de personas de la capacidad permitida, con lo que llegaron a juntarse más de 1.000 asistentes frente a los 370 que permite el aforo del local, lo que supone “una imprudencia absoluta”. “En un local cerrado con tantísimas personas hay un peligro de contagio serio”, alerta. Por esta razón, además de desalojar el local, los agentes del 092 levantaron la correspondiente acta, como contemplan las ordenanzas para estos casos.
Tras este episodio, y a falta de poco más de una semana para que comience el periodo autorizado de zambombas (del 1 al 25 de diciembre), Pérez advierte de que lo ocurrido es un “aviso para navegantes”. “Evidentemente queremos que se celebren zambombas, es algo característico de nuestra tierra, pero hay que respetar la ley y la normativa, no se puede triplicar un aforo. Estamos en una situación complicada, no hemos salido de la pandemia todavía”, recalca.
Por ello, el responsable de Seguridad en el Ayuntamiento hace un llamamiento “a la responsabilidad” y al “cumplimiento de la ley”, que es “compatible”, añade, con la celebración de zambombas. “Siempre hay que cumplir, si no se cumplen intervendrán las fuerzas policiales. Que tengan claro los organizadores que se actuará”, advierte, independientemente de que no sean BIC u otras circunstancias. Vigilantes De hecho, aunque el foco estará puesto en el cumplimiento de los aforos para las que se celebren a puerta cerrada porque entraña el doble de riesgo para la salud pública, el Gobierno local también estará “pendiente” en caso de que en vean “algo excesivo”, por las aglomeraciones de público en las que transcurran al aire libre, que es el formato escogido por la gran mayoría de hermandades y asociaciones. No obstante, reconoce que “es muy complejo”, al igual que también lo es prever las que se generen de forma espontánea.