Mientras se aguarda la inauguración y la puesta en funcionamiento del muchos años esperado Museo de Lola Flores,en la Nave del Aceite, y el arranque de las obras del ansiado Museo del Flamenco, la Plaza Belén se prepara, sin prisas pero sin pausas, para convertirse en una zona estratégica de este Jerez que, económicamente escribiendo, se ha echado en brazos del turismo como solución a la falta de esa inyección industrial que la ciudad viene necesitando desde que la crisis del sector vinícola abocase a la desaparición de miles y miles de puestos de trabajo y que provocan que las cifras de parados inscritos en las listas del SAE estén en los treinta mil.
Dándole tiempo al tiempo la plaza que acogiese años atrás el cuartel de la entonces Policía Armada, un economato de aquellos que pertenecían al citado Cuerpo o a la Guardia Civil o la que era puerta de acceso a Rompechapines, el barrio chino de Jerez por donde pasó toda la provincia y parte de Andalucía occidental, la que fue sede de la cárcel y, posteriormente, de un colegio, o la que se encontraba siempre muy concurrida para después ir languideciendo hasta tal punto de ofrecer una imagen de abandono total, está siendo en los últimos años sede de la Fiesta de la Vendimia, hace días del Festival de Intramuros y ahora, con la magia y el empuje del Centro Juvenil Futuro Abierto, de Salesianos Lora Tamayo, también de zambombas.
Habrá ambiente en este mes de diciembre, como lo ha habido meses atrás, en esa localización que aspira a convertirse en el banderín de enganche de esa ubicación de intramuros que se ha dejado de la mano y que se quiere revitalizar, como se merece ese paraje único que encierra la esencia toda de este Jerez sin fronteras que se fue expandiendo allande las murallas pero que no puede ni debe olvidar sus orígenes. Por eso es bueno seguir acercándose a la plaza Belén, pasear, admirar al fondo nuestra simpar Catedral y comenzar a dibujar lo que puede ser, a la vuelta de varias hojas del almanaque, la misma como recuperación de un espacio que jamás debió haberse perdido.