Arrancaron las sevillanas entre el silencio absoluto de un público expectante por conocer las nuevas propuestas de la industria flamenca y ávido de volantes. La emoción contenida de los últimos tiempos que brotó al inicio del primer desfile. Comenzaba así la XV edición de la Pasarela Tío Pepe Jerez, era lo más cercano a vivir una mañana de Feria en el Real. Casi 50 diseñadores noveles y consagrados, 22 desfiles que se han celebrado de jueves a domingo, 2.000 trajes para recrearse en la moda andaluza que aún hoy, y después de todo, consigue sorprender al público más fiel.
El pistoletazo de salida lo dio el desfile benéfico Hermandad del Rocío de Jerez, propuestas de Errepé, Flamenka, Rocío Martín, Ana Ricardi, Rocío Segovia y Delia Núñez a beneficio de la bolsa de la caridad Camino del Rocío. Otro clásico de la pasarela jerezana, Merche Moy con su Manojitos de Sueños, una colección llena de ilusiones que esperaban la oportunidad de volver. El plato fuerte del jueves vino de la mano de los diseñadores sanluqueños, Yuyadas con su colección Pa qué me llama, prima, una oda a los atardeceres que mueren en Doñana, trajes con inspiración a la Sanlúcar torera, rojos y naranjas con un derroche de patronaje y escotes generosos.
José Raposo supo captar a la perfección la atención de todo el público con New Galaxy, trajes con tonos metalizados, estampados de serpiente y un morado galáctico que escapaba de lo habitual pero que no perdía la esencia flamenca. Las también sanluqueñas Twins Emedos trasmitieron con Terrenal en la pasarela esas ganas de recuperar el tiempo perdido, escotes con pedrerías y un estampado de pata de gallo que hacían poner los pies en la tierra.
Con un hilo histórico, Rocío Peralta y Entre Cuba y Filipinas va Carmen, la Cigarrera, hacía recordar a las antiguas colonias del imperio español, nostalgia que se plasmaban en los tejidos y en los mantones de manila convertidos en vestidos.
El viernes, Ángeles Verano convertía a la mujer en la verdadera protagonista, otro clásico de la Tío Pepe que innovaba con tejidos naturales como la seda o el lino. Pilar Villar y su Felicidad, qué bonito nombre tienes, apostó por seguir esa línea clásica e infalible del traje más tradicional. Las jerezanas de Flamenka adelantaron lo que veremos en las próximas ferias, colores vivos, mangas con caída y siluetas marcadas.
El sábado Flor de cerezo abría con Legendarias, una colección inspirada en el Oeste, antelinas, tejidos de red y tonos vaqueros. Los aires de Sevilla los trajo Sonibel y su NO&DO- No me ha dejado, trajes inspirados en los azulejos propios de la ciudad, colores carmesí, y albero que trasportaban a la Triana profunda. Rafael Leveque reivindicaba a través de Mío la importancia de las fiestas populares, a través de formas que evocaban la alegría y estampados florales, pero también plasmó la soledad y el desasosiego de lo que acabamos de vivir a través de la seda, frío y distante. Para coger nota fue el desfile de Isabel Avedúa, Luisa Reyes e Inma Castrejón, aires frescos, tejidos cómodos y ligeros, tres propuestas que supusieron una explosión de diseño.
Tampoco se concebiría una Pasarela Flamenca sin Rocío Martín, quienes cumplen, al igual que este evento, sus 15 años en esta industria. Un homenaje a la pasarela que las vio crecer, tejidos como bambulas, perforados, organdí y estampados florales, sello de identidad de la firma.
Para enamorar y enamorarse estuvo Teresa Ninú y su Insurrección, sutiles encajes y tules que acariciaban la figura femenina ensalzando cada curva. La jerezana Rocío Segovia, a través de su colección Felisidá eres tú y soy yo, rendía homenaje a su querida abuela que fallecía hace un mes. La persona que le descubrió este mundo, una madre para ella y de la que heredó el gusto por la buena costura. Su colección abarca una amplia gama de colorores, naranjas, malvas, azules, verdes con trajes entallados, cortes desde la cintura y mucho vuelo. La sevilla Rocío Lama hacía vibrar con Fénix, despertando de una pesadilla por medio de volúmenes y texturas diversas, trajes que no se olvidan y remarcan la tendencia del año, el escote en pico.
El novel Juan Saavedra se incorporaba este domingo por todo lo alto en la Pasarela tras haber ganado el Certamen de Noveles Diseñadores la última edición y quedar finalista en la de SIMOF. Este joven de Jimena de la Frontera se arriesga con una propuesta muy personal. “Es una colección inspirada en una nana de Lole y Manuel, Mariposa Blanca, que me cantaba mi tía, trajes con estampados propios en los que están presentes los claveles, las violetas o los jazmínes. He intentado trasmitir lo que he vivido durante mi infancia y evocarlo a través de estos trajes”. Saavedra arriesga con volantes exagerados, volúmenes en el bajo, pero lo equilibra con mucha manga base y un trabajo de patronaje muy marcado, nudos, drapeados y lazadas. Flamenca Delia Núñez también está presente este domingo, propuestas atemporales donde priman la artesanía.
Una de las citas más anheladas ha sido sin duda el desfile de Mujeres con Solera, este año con diseños de Javier del Álamo y su Retales en el Aire, una colección que representa la historia de su madre, una mujer que hoy padece Alzheimer, con ella se aprecian colores alegres dejando un espacio a los tonos oscuros, reflejando de esta manera la forma de ver esta enfermedad a través de un familiar.
Por la tarde, el Atelier Rosado y Guillermo Peralta expondrán sus propuestas, Rosado adelanta una colección inspirada en la vuelta de las ferias y romerías y las ganas de vivirlas, líneas cómodas para disfrutar de ellas todo el día. Peralta, por su parte, utiliza el amor, en sus diferentes etapas como elemento de inspiración en este trabajo.
Las bodas de plata de Amparo Maciá en la industria también se han vivido este domingo a través de 25 años, en la que incluye vestidos originales desde su primera colección de 1997, con la que recibió el premio del Salón Internacional de Moda Flamenca, hasta una nueva colección este año.
Cerró Belulah con Flores, donde la libélula revolotea por un jardín de flores. Dirigido a la mujer alagre, coqueta y elegante. Flores engloba tendencias como la superposición de prendas, aberturas estratégicas, juego de volúmenes, marcaje de hombros y cuellos. Tendencias que irradian sensualidad y alegría de vivir.
Cuatro intensos días en los que Jerez, además de convertirse en el centro de la industria de la moda flamenca, también ha emocionado, ilusionado y sobre todo acrecentado las ganas de volver a disfrutar de lo nuestro, a vestirnos de flamencas y vivir ferias y romerías.
Trajes que celebran la alegría de volver a las ferias
Los diseñadores coinciden en que este año veremos en el Real trajes de colores vivos, predominarán los rojos y naranjas como símbolo de la alegría por volver, escotes en pico y generosos, o a la caja, y volúmenes en los bajos con volantes inspirados en el clavel. Mangas base, abullonadas y exageradas que celebran el regreso de lo más esperado.
Complementos barrocos, flamencos y con aires retro
Los complementos dorados serán protagonistas esta temporada. Inspirados en los de antaño, veremos camafeos y perlas. Pendientes barrocos que se mezclarán con estrellas. Una apuesta por lo artesanal a través de joyas que duren toda la vida. El mantón de manila continuará estando presente, innovando en colores, azul ducado, salmón y hasta metalizados pasearán por las ferias.
Flores con dedicatoria
En el pase de la firma Belulah, este domingo, también se vivió un momento emocionante, ya que las niñas que desfilaron en el pase portaron claveles que lucían a su vez unos lazos amarillos, para reivindicar la lucha contra el cáncer infantil. Finalmente, lanzaron los claveles entre el público.