“Baja que está la Reina”. Cuando a este camarero del restaurante Albores, frente al Ayuntamiento, le hicieron ese comentario pensó que se trataba de alguna broma o de un personaje incluso. “Pensé hasta en la Reina del Sur, o en alguien que le llamaban así como apodo; entonces la vi: ¡era la Reina emérita!, cuenta divertido a Viva Jerez. Eran las 20.30 horas de una tarde de lunes desapacible, pero Su Majestad aprovechó su visita al Banco de Alimentos de Cádiz para acercarse también al centro de Jerez. "Nos alegró la tarde", admite.
El propio establecimiento ha compartido en su perfil de Facebook una imagen de Doña Sofía en el interior del local con uno de sus empleados: “En el día de ayer (por el lunes) tuvimos el honor y el privilegio de recibir en Albores la visita de Su Majestad la Reina Sofía, a quien trasladamos nuevamente nuestro más profundo agradecimiento. Su trato cercano, amabilidad y muestra de satisfacción a nuestro personal quedarán para siempre en el recuerdo”.
Aunque el paso por el restaurante fue breve,
Su Majestad tuvo tiempo de tomarse un zumo de tomate en una visita exprés al centro de Jerez horas después de acudir al Banco de Alimentos de Cádiz. Llegó con varios guardaespaldas y no tuvo problemas en sentarse a la vista del público, aunque apenas había comensales, cuentan desde el local de la calle Consistorio. Luego se fue corriendo la voz y fueron llegando más personas a las que Doña Sofía "atendió sin problemas".
“Estaría si acaso media hora, pero saludó a todo el mundo, y todo el que quiso se acercó y se hizo una foto con ella”, explican desde este bar jerezano.
Cuando se marchaba, no dudó en acercarse a un señor que estaba a pocos metros, en la puerta de una herboristería para interesarse por la raza de su perro, un Fox Terrier. “La Reina es muy amante de los animales”, comentaban entonces dos chicas que pidieron permiso para fotografiarse con ella para referirse a ese momento.
Mientras tanto, en el mostrador de esa misma tienda, "La botica de tu casa", Belén no daba crédito de lo que estaba viendo. "No todos los días tienes a la Reina emérita delante”, apunta.
Segundos antes, ella misma la había visto en las cristaleras del establecimiento, y había avisado a su compañera por teléfono. Con lo que no contaba es con tenerla “a medio metro” . “Estaba grabando un vídeo con el móvil para contárselo y cuando me di cuenta la tenía en la puerta; así que dejé de grabar porque me sentí mal, pero ella estaba tan normal, amable, cercana, sencilla. Fue ella quien se acercó a hablar con el cliente; llevaba mascarilla, pero su peinado es inconfundible”, relata a Viva Jerez.
Eso sí, le llamó mucho la atención que “se le note tanto el acento extranjero” después de tantos años en España.
Tras despedirse de todo el mundo, Doña Sofía continuó su paseo para después dirigirse a El Puerto de Santa María. Allí almorzó en la Bodega Jerezana de Valdelagrana, causando también gran expectación.