Las obras del desdoble del tramo de la antigua Circunvalación que discurre en paralelo al complejo bodeguero de Croft podrían iniciarse a principios de este próximo verano, según aseguraron este miércoles los promotores de estos suelos, que condicionaron el comienzo de las obras a la definición de una serie de “aspectos técnicos” con la Delegación municipal de Urbanismo.

El objetivo es que esa actuación esté finalizada a lo largo del último trimestre del año para a partir de entonces empezar a trabajar en la adecuación del antiguo complejo bodeguero al proyecto de centro educativo que promueve el grupo Ilerna-Albor, que es quien ha asumido la titularidad de todo este espacio.  

El propio teniente de alcaldesa de Urbanismo, Infraestructuras y Medio Ambiente, José Antonio Díaz, expresó el pasado mes de marzo su convencimiento de que el desdoble de la avenida Reina Sofía a su paso por las antiguas bodegas de Croft podría estar finalizado antes del próximo 31 de diciembre.

No hay que olvidar que el convenio urbanístico recoge como primera condición para el desarrollo de los suelos la ejecución de las obras del desdoble de la antigua Circunvalación que quedó pendiente antes de la crisis económica y financiera de 2008.

Una vez culminado este proyecto los propietarios del suelo podrán solicitar las licencias urbanísticas necesarias para el desarrollo de un campus de Formación Profesional en el que se esperan ofertar hasta 22 titulaciones.

El proyecto educativo se va a poner en marcha en la antigua sacristía del desaparecido complejo bodeguero.

También se plantea la construcción de una residencia de estudiantes y una zona deportiva y de ocio.

El complejo educativo que impulsará el grupo Ilerna-Albor tendrá una superficie de alrededor de 8.000 metros cuadrados y requerirá de una inversión aproximada de 6 millones de euros.

La intención de los promotores es que el centro educativo pueda empezar a funcionar en septiembre de 2023 y que en el curso de apertura preste servicio a unos 1.500 alumnos.

El plan parcial de Croft -que se aprobó en 2009- reservaba 24.074 metros cuadrados a zonas verdes y espacios libres.

De igual modo, destinaba 16.179 metros cuadrados a equipamientos. De ellos, 8.918 se reservaban para uso educativo; mientras que 4.459 tendrían uso deportivo; 1.486 serían de uso comercial; y los 1.316 restantes tendrían uso social.