La Asociación de Mujeres Progresistas Victoria Kent prevé que, en el presente año, esté ultimado el proyecto para ejecutar su nueva sede, que se asentará en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento al colectivo en la avenida de La Granja, en el polígono El Calvario.

La presidenta de la asociación, Maribel García Revilla, destacó que “la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía nos ha concedido 21.029,36 euros para realizar  el proyecto básico y el proyecto de ejecución y hemos contactado con un arquitecto  que gestionará con el Ayuntamiento  los correspondientes permisos”.

Por tanto, “las obras podrían iniciarse en 2011, aunque el centro será realidad en el plazo de dos a cinco años”. “Estimamos que supondrá una inversión de un millón de euros”, añadió. Para ello, “gestionaremos subvenciones con La Caixa e incluso con el Ministerio de Igualdad, dado que será un centro de atención integral a españolas y extrajeras”. Además, “el solar es municipal por lo que el edificio nunca será de la asociación t  redundará en patrimonio municipal”.

El que se proyecta, es un centro “sin barreras arquitectónicas” en cuya primera planta “tendrá una cocina para cursos formativos, guardería para las trabajadoras de Victoria Kent y para  el servicio de las usuarias de la asociación”. También “incluirá un salón multiusos, que tendría función de aulas formativas”.

En la primera planta, “estarán los despachos para tres psicólogas, tres abogadas y tres trabajadoras sociales, de atención al público y otro para las técnicas” y en la segunda planta “el despacho de presidencia, secretaria y directiva, así como la zona de administración”.

Concentración
Por otra parte, a pesar de la lluvia, Victoria Kent volvió a protagonizar ayer su habitual concentración en la Plaza Alta en repulsa contra la violencia de género. En lo que va de mes ya son cinco las mujeres que han fallecido en España a manos de sus compañeros o ex compañeros sentimentales, cifra que se incrementa en tres respecto al mes de enero del pasado año 2009.

Tanto el alcalde, Tomás Herrera, como García Revilla incidieron en la necesidad de que las víctimas y  su entorno denuncien  malos tratos.