La huelga de 24 horas en el sector de la vid ha entrado en vigor a las once de la noche de este martes con la presencia de piquetes informativos ante las puertas de las bodegas que cuentan con actividad en horario nocturno, entre ellas Williams y Fundador. El paro, al que están convocados los 1.500 trabajadores del Marco de Jerez, alcanzará su momento álgido a mediodía de este miércoles con la celebración de una manifestación que partirá a las 11 de la mañana desde la plaza del Arenal en dirección a la sede de la patronal bodeguera, Fedejerez, en la calle Fermín Aranda.
En cualquier caso, las perspectivas de alcanzar un acuerdo entre ambas partes en el plazo de los próximos cinco días parece ser el gran objetivo, y a ello invita el que ambas posturas no se encuentran ya tan alejadas tras la reunión en el Sercla de este lunes. Caso de que no fuese así, los trabajadores han sido convocados de nuevo a otro paro, este de cuatro días, del 27 al 30 de este mes.
Antonio Montoro, secretario general de UGT FICA Cádiz, subrayaba ayer a este periódico que “ya se ha abierto el melón. Nos hemos citado de nuevo en el Sercla y confiamos en poder alcanzar un acuerdo entre el jueves y el lunes, y si hay que seguir negociando en sábado y domingo lo haremos. Nuestra propuesta está en su poder para que sea estudiada por los empresarios bodegueros y que nos trasladen este jueves cuál es su decisión”.
En esa propuesta, UGT y CCOO han planteado una subida salarial de un 4% de carácter fijo para el periodo 2021-2024, durante la vigencia del convenio, y la posterior revisión en función de la evolución del IPC, y con el compromiso de que esas cantidades pactadas sean aplicadas en las tablas salariales de los trabajadores.
“Tenemos afán de llegar a un acuerdo. Somos conscientes de que cuando se negocia no se consigue el 100%, pero lo que no podemos es perder poder adquisitivo, y hay que tener en cuenta que el Marco es un sector en auge, con futuro. Las bodegas no van a quebrar por asumir esta petición, mientras los trabajadores pierden poder adquisitivo”, recalcaba Montoro.
En este sentido, reconoce que la situación de inflación no afecta solo a los trabajadores. “Los empresarios también pagan más luz, más por el transporte, pero nosotros igual. Los trabajadores no podemos cargar con la mochila de la inflación, ésta debe ser compartida entre las partes”, concluyó.
Fedejerez: “La huelga no la quieren los trabajadores”
Fedejerez, por su parte, lamenta que los representantes sindicales hayan decidido convocar una huelga “que los trabajadores no quieren” y “romper el clima de diálogo”. La patronal bodeguera dice haber hecho los “mayores esfuerzos” por ofrecer propuestas en la mesa negociadora que sean “viables y ayuden a equilibrar los sacrificios”, y defiende que la revisión salarial trasladada a los sindicatos “está por encima de la media fijada en los convenios colectivos que se están firmando en España en 2022”. Además, argumenta que la “flexibilidad planteada es necesaria para adaptar las empresas al siglo XXI”, y consideran que esta postura no se le ha trasladado con claridad a los trabajadores de cara a evitar una huelga que “solo va a servir para dañar la imagen del sector”.
El convenio de los viticultores
Una vez que se resuelva este asunto, desde la central sindical de UGT avanzan que “entraremos de lleno en el convenio de los viticultores, que lleva caducado desde 2019, y donde están cobrando por debajo del salario mínimo en la mayoría de categorías”. Son unos 250 trabajadores afectados, aunque el número total depende de la temporada, de si se trata de trabajos de poda, mantenimiento, recolección... Montoro confirmó ayer que ya ha habido reuniones con Asaja, pero no se ha avanzado.