Una militar del Mactae tuvo un incidente con el coche cuando se dirigía a su puesto de trabajo
Una soldado de Artillería del Ejército español, destinada en el Cuartel General del Mactae, ha interpuesto una reclamación ante el Ministerio de Defensa en la que solicita una indemnización de 220.000 euros por los daños físicos que padece tras sufrir un accidente de circulación cuando se dirigía a su puesto de trabajo, conocidos como incidentes de tipo in itinere.
Los hechos ocurrieron a las 7.40 horas del 27 de enero de 2004, cuando I.S., soldado profesional de ahora 26 años, se desplazaba junto con otras dos soldados al Acuartelamiento de El Bujeo para incorporarse a su jornada de trabajo.
Sin embargo, en un tramo de la N-340 del término municipal de Tarifa, I.S. sufrió un accidente de tráfico al volcar el vehículo en el que viajaba como copiloto.
Según el documento que ha presentado a la Subdirección General de Recursos e Información Administrativa del Ministerio de Defensa, la reclamante notó “perfectamente como se me rompía el tobillo”, al quedar el vehículo volcado sobre su puerta.
I.S. relata que se desplazó a la parte de atrás de coche para ayudar a una de sus compañeras a salir por la ventana del maletero, antes de incorporarse de nuevo a la parte delantera del vehículo para quitar las llaves de contacto y abandonar el lugar por la puerta del conductor.
La soldado asegura que el incidente le ocasionó “importantes heridas y lesiones” que no sólo no se han curado sino que le obligarán a someterse próximamente a una nueva intervención quirúrgica.
De hecho, el abogado de la reclamante, Fernando Osuna, señala que “los problemas por la rotura del tobillo le derivaron en complicaciones de rodilla. Desde hace seis años viene operándose pero todavía no ha quedado bien”. Tanto es así que, si bien la soldado se ha reintegrado a su puesto en el Ejército, “los dolores le impedían mantener continuidad, lo que le ha provocado interrupciones por bajas”, apostilla el letrado.
Equiparación
Osuna indica que su cliente sólo busca la equiparación de lo sucedido con un accidente de trabajo, que estipula una pensión por incapacidad, “que en el caso del Ejército recibiría la denominación de en acto de servicio, que derivaría en ofrecerle una indemnización o pensión”. Para ello, la soldado alega que “en el momento del accidente queda probado que prestaba servicio”, pues se dirigía “a prestar las actividades castrenses propias”.
A este respecto, el abogado subraya que el desplazamiento al trabajo se realizó “por el trayecto más corto, en el horario habitual y siendo acompañada de dos militares más”. En este sentido, I.S. fue la que se llevó la peor parte de la colisión, ya que las dos compañeras no sufrieron las penalidades de la soldado.
Cantidades
En cuanto a la cantidad estimada en la indemnización de 220.000 euros, ésta se realiza en base al concepto de responsabilidad de la Administración pública o del Estado. Concretamente, el cálculo se obtendría “debido a las lesiones, aún no curadas con perspectivas claras de secuelas e incapacidades irreversibles”. A esto habría que sumarle “el daño moral y el sufrimiento que supone llevar varios años de curaciones dolorosas sin un avance sustancial para la recuperación de su calidad de vida anterior”.
Asimismo, la cantidad estimada hace referencia al “lucro cesante al percibir que a consecuencia del accidente finaliza toda su proyección profesional, así como los importantes daños psicológicos que produce el verse incapacitado”.
Sea como fuere, Fernando Osuna adelanta que “si el Estado no acepta su parte de culpa que se reclama a través de esta reclamación, ésta se solicitará a través de la vía judicial contencioso-administrativa”.