Según estas fuentes, la joven fue abordada por el asaltante, que iba armado con una pistola, en un momento en que no había ningún cliente en el establecimiento. La mujer reiteró en varias ocasiones al asaltante que la caja estaba vacía porque "era a primera hora de la mañana y todavía no había dinero", indicaban las fuentes, tras lo cual el caco insistió exigiéndole que dejase en el mostrador su teléfono móvil.
Amenazas
La joven llegó entonces a salir a la calle para llamar la atención de los transeúntes y el ladrón, viéndose en la seguridad de no poderse llevar botín alguno, habría decidido emprender la huida, no sin antes haber amenazado gravemente a la joven panadera, indicaron las fuentes consultadas.
Por tanto, y según la información recibida, el ladrón no llegó a llevarse ni un solo euro de la panadería, y está por confirmar oficialmente el hecho de que llegase a entrar, más tarde, en la iglesia de Pescadores, algo de lo que el presidente de la A VV de esta barriada, Segundo Ávila, manifestó no tener información hasta el momento.
No obstante, según fuentes policiales el ladrón habría invadido sin permiso una vivienda de la calle José Espronceda, amenazando a sus ocupantes, para más tarde ser detenido por agentes de la Policía de Barrio.
Inseguridad
Por otra parte, vecinos de la barriada de El Saladillo comunicaron a este diario la sensación de inseguridad que sufren por la poca presencia policial en la zona. De hecho, según pudo saber este diario, la propia panadería de la calle Federico García Lorca que fue objeto del atraco había sufrido con anterioridad algún percance similar, aunque no de esta magnitud.