Termina la temporada de pádel para la jerezana Lucía Pérez Parra que, casi sin tiempo para descansar, ya piensa en lo que le deparará el próximo curso deportivo. Una nueva campaña que arrancará en torno al mes de febrero y que será el pistoletazo de salida para un nuevo curso que la mantendrá en competición hasta principios de diciembre de 2023. Y es que hace tan solo unas semanas que puso punto final al año deportivo.
Un año en el que ha logrado ser campeona de Cádiz, ha sido seleccionada con la absoluta de Andalucía para el campeonato de España de Selecciones, ha sido también campeona de Andalucía por equipos y campeona de España en segunda categoría por equipos. A todo eso, añade que es deportista de alto rendimiento por la Junta de Andalucía. Aunque lo que más destaca es que ha jugado en prácticamente todo el circuito internacional, “quizás un 98% de ese circuito”, cuenta. De hecho, ha llegado incluso a disputar un cuadro final en en la localidad francesa de Toulouse. Una temporada en la que Lucía ha ido evolucionando de menos a más en el que “no empecé bien psicológicamente, pero he sabido reponerme y recuperar mi juego a base de mucho trabajo. Eso es lo que más me caracteriza. Un trabajo gracias también a mi equipo y mi psicóloga, que me ayudaron a recuperar mi mejor versión. Terminé el año jugando en Suecia el último torneo con al extenista Lara Arruabarrena como pareja. Nos fue muy bien y acabé con muy buenas sensaciones”.
En ese campeonato de España por selecciones autonómicas, el combinado andaluz quedó quinto, pero Lucía se queda con “el orgullo” de poder representar a Andalucía. “Eligen a doce jugadoras y estar entre ellas es un gran honor después de todo el trabajo que se hace”.
Aunque lo más importante, evidentemente, son los torneos del World Padel Tour. Ya el año pasado entró en un cuadro final en Córdoba y este ha sido el turno del de Toulouse. “He jugado todas las previas. El nivel es muy alto y juegan las 60 mejores parejas del mundo. Al final son torneos que se deciden por detalles. Se quedan fuera muchas jugadoras”.
La jerezana se mantiene en el número 94 del mundo, aunque es exigente y quiere “seguir subiendo puestos. Al final es mi sueño. Intento mejorar cada día para estar entre las mejores del mundo y poder vivir de esto. Cada día lo disfruto muchísimo entrenando, aunque sea duro. Entro en una pista y soy feliz”.
Su psicóloga ha sido pieza clave este año para ahora “estar muy bien de confianza y cabeza. Estoy muy orgullosa de ello porque tengo un alto nivel de confianza”. Al principio “sabíamos que si había un problema no era de juego, sino mental”.
La vista está ya puesta en 2023 que va a ser “un año de transición para muchas jugadoras” porque habrá que ver si se compite en el WPT o en la Premier. Aunque sea cual sea el torneo que se disputa va a ser “más internacional que nunca, puesto que la intención es hacer giras por Asia, América y Europa. Puede ser el gran boom del padel de estos años. Quieren que se parezca mucho más al tenis. Esperemos que el año vaya todo muy bien. Mi objetivo es controlar todo y creemos que si todo va bien como tiene que ir los resultados llegarán porque estamos haciendo un grandísmo trabajo”.
Lucía llegó al final de la temporada en su mejor momento y por eso le da “coraje” que se haya acabado porque “estaba disfrutando muchísimo. Cuando perdí en Suecia llevaba dos horas y pico el partido y yo quería que durase más. Tenemos ahora la pretemporada y también está bien descansar y recargar las pilas. En pretemporada entrenaremos tres o cuatro horas al día, así que será difícil bajar el nivel. Nos solemos poner, incluso, más fuertes porque hacemos mucho volumen y entrenamos más que cuando estamos de viaje”.
Y para todo esto hace falta ayuda económica. Primero da las gracias a los patrocinadores que la apoyan como son Kuikma, Montesierra, Beiman, Sapiens Jerez, Way Padel Academy, Padel Extreme, al nutricionista Alberto Margal y a la psicóloga María Cabrera porque sin ellos “esto sería imposible” por la apuesta, el apoyo y el cariño que le dan. Pero claro, eso se antoja desgraciadamente insuficiente porque tanto torneo internacional “tiene mucho coste”. Por eso pide ayuda porque “el deporte es buen lugar para fomentar una empresa y más en el padel que va a dar un boom con millones de seguidores en el mundo”.
Compaginar estudios y entrenos
Lucía Pérez se encuentra en cuarto del Grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Este año terminará la carrera y espera poder centrarse solo en el pádel porque “compaginar estudios y entrenamientos no es fácil. Me levanto muy temprano para ir a la universidad, llego para comer y a entrenar hasta tarde. Y así todos los días. E incluso si tengo que hacer algún trabajo lo hago de noche”.
