La parroquia de San Miguel ha recuperado un baldaquino de metal plateado y estilo neogótico que probablemente fuera ejecutado entre principios del siglo XIX y principios del siglo XX y que se encontraba en estado de abandono.
El trabajo ha sido acometido por el
orfebre jerezano Ildefonso Oñate, que por espacio aproximado de tres meses ha dejado su buen hacer en la recuperación de una pieza que en el pasado se utilizaba en el monumento del Jueves Santo.
“Ha sido una obra de mucha envergadura por el mal estado en el que se encontraban todas las piezas”, apunta Ildefonso Oñate.
El orfebre jerezano desconoce la autoría del trabajo original, pero sí tiene claro que las piezas del baldaquino, y especialmente las que dan forma a la cúpula, “están muy elaboradas y conseguidas”.
El baldaquino
llevaba varias décadas sin utilizarse debido entre otras cosas a su precario estado de conservación.
Gracias al trabajo acometido por Ildefonso Oñate, esta obra de estilo neogótico se encuentra ya
en condiciones de ser utilizada en las grandes solemnidades de la parroquia de San Miguel.
En cualquier caso, y con independencia del uso que se le pueda dar a esta pieza a partir de ahora, lo cierto es que estamos ante un
patrimonio artístico e histórico felizmente recuperado que se incorpora ya al tesoro del templo del arcángel.