Según ambos sindicatos, “entendemos que en unas declaraciones se pueda meter la pata, pero no entendemos para nada que la política de González Cabañas se envuelva en el arte de decir mentiras haciendo que parezcan verdad”.
Las dos centrales subrayan que “si por decir que si dimite Ariza se podría adelantar de la recaudación de Diputación para el Ayuntamiento para pagar una o dos nóminas y luego no lo cumples y los trabajadores vuelven a cobrar sus salarios bastante tarde, lo menos que te puedes esperar son críticas de los representantes de los trabajadores”.
Pérdida de credibilidad
Tanto CSIF como Comisiones añaden que “si además saltas a la palestra diciendo que es mentira lo que dicen las tres centrales sindicales con representación en el Ayuntamiento, quedas como un doble mentiroso y pierdes toda credibilidad no sólo con los sindicatos sino también con los trabajadores, familias y ciudadanos”.
Para los representantes de los trabajadores, “hay que ser consecuente con lo que se dice en cada momento y sino quieres que te critiquen lo primero que debes hacer es cumplir con tus compromisos a pesar de lo descabellados que pudiesen llegar a ser”.
En tono irónico, las centrales sindicales se refieren a la situación “como el chiste de la jura de bandera donde el padre alardea de su hijo y dice que todos van con el paso cambiado menos él. Sin embargo la verdad es que su hijo es el que mete la pata con cada paso que da”.
Según los sindicatos, “podemos hacer esta comparativa ya que todos los delegados que estuvimos presentes en la reunión de Benalup escuchamos de su boca las palabras que hoy día niega haber dicho. Quizás porque su intención de quitar de en medio a Ariza era tan prioritaria para sus intereses que decidió que lo mejor era engañar o mentir a más de una quincena de representantes de los trabajadores presentes” en la reunión.
Para CSIF y CC OO “lo más sensato es admitir que se ha equivocado y rectificar. Rectificar cuando uno se equivoca es de sabios y si no lo hace aunque sea en privado es de necios y torpes”.
