Se corrieron toros de Fermín Bohórquez, bien presentados y de buen juego salvo el sexto. El segundo fue premiado con la vuelta en el arrastre.
Fermín Bohórquez tuvo una tremenda ovación y una oreja.
Pablo Hermoso de Mendoza cortó dos orejas y una oreja.
Diego ventura obtuvo una gran ovación tras petición y una oreja.
La plaza tuvo casi tres cuartos de entrada, con más público en el hipotético tendido de sol, en noche agradable.
Los buenos toros de Bohórquez, y el empuje de los tres rejoneadores fueron la base de una entretenido festejo en el que se llevó el gato al agua el navarro Hermoso de Mendoza, mientras que sus compañeros perdieron trofeos en el fallo al matar.
Hermoso pisó la frontera de la perfección en su primer astado, al que toreó con gran dominio de las monturas y clavó toda clase de hierros con exactitud. Fue una actuación fenomenal, seguida por un público enfervorizado, que aplaudió sus intervenciones muchas veces de pie.