Según la joven, sus problemas se iniciaron hace siete años, cuando “junto a mi compañero sentimental, el hermano de éste y su pareja, ocupamos una vivienda de propiedad municipal, situada en el número 55 de la Barriada de la Paz, de donde más tarde fuimos desalojados por el Ayuntamiento”.
Fue entonces, añadió Desiré Benítez, cuando “decidimos acampar ante el Consistorio para pedir un lugar en el que vivir y conseguimos que se nos concediera una vivienda alquilada para las dos parejas, en la que hemos vivido hasta ahora, las dos parejas y dos niños pequeños”. Sin embargo, “desde un primer momento surgieron problemas de convivencia entre mi pareja y su hermano, que han llegado a un punto que se han convertido en insoportables, hasta tal punto que, por acuerdo de todos, hemos decidido abandonar la casa”.
En la calle
Ante la falta de recursos económicos, una opción que adoptó entonces fue la de ocupar una habitación en la plaza de toros, “de donde fui desalojada” por el Ayuntamiento.
Ahora, la joven, que asegura no tener familia a la que poder acudir, “estoy, literalmente tirada en la calle y las dos parejas sólo utilizamos la última vivienda en la que residíamos, de la Barriada de la Paz, para las primeras necesidades de aseo y poco más”.
Mientras tanto, por parte del Ayuntamiento “no se nos da una respuesta, sólo la opción de pagarnos el 50 por ciento de los tres primeros meses de un alquiler, pero no cuento con recursos económicos para poder hacer frente a esta mensualidad, trascurrido ese tiempo”.
Ante su desesperación, Desiré Benítez recurrió “a la Subdelegación de la Junta de Andalucía, donde, al margen de asegurarnos que este asunto no es de su competencia, consideran que es una barbaridad en conceder una vivienda a dos parejas con hijos”.
Por tanto, Desiré Benítez expresó su intención de “continuar con la acampada ante el Ayuntamiento, hasta las últimas consecuencias. Hasta que se me de una alternativa a mi problemática, que se acentuará más cuando, en el plazo de dos meses, de a luz”, concluyó.