Profesionales sanitarios han secundado este martes la
concentración convocada por el Sindicato Médico de Cádiz a las
puertas del centro de salud Jerez Centro para protestar por la
última agresión que sufrió una médico de familia que
pasaba consulta la semana pasada. Los hechos se produjeron el lunes 13 de noviembre a última hora de la mañana, cuando una paciente le profirió "insultos y amenazas graves" con contacto físico en los pasillos cuando ni siquiera le había atendido aún. En concreto, en este caso,
la facultativa recibió un “empujón” por el cual “casi se cae por las escaleras”, tal y como denuncian desde el Sindicato Médico.
Desde esta organización reclaman
que se aumenten las medidas de seguridad y recalcan la necesidad urgente de que los centros de salud cuenten con un
vigilante “todas las horas en las que permanezca abierto” para disuadir este tipo de acciones. La facultativa denunció los hechos en Comisaría y ya se ha incorporado a su puesto de trabajo tras casi una semana de baja médica.
“La seguridad total no existe, pero está comprobado que la
figura del vigilante ayuda muchísimo y disuade muchísimo; en todas las dependencias de la Junta de Andalucía hay muchos, en el Parlamento hay un ejército de vigilantes y
ya no se puede pasar consulta sin vigilantes de seguridad. Ni tampoco puede haber prestación de atención continuada durante la noche con un médico, un enfermero y un celador”, ha resaltado el portavoz del Sindicato Médico en Atención Primaria en la provincia, Juan Benjumeda.
Desde el sindicato también ha alertado de que la mayoría de las agresiones que se producen en el ámbito sanitario las sufren mujeres y a falta de los datos de esta anualidad da por hecho que 2023 se cerrará con un nuevo aumento en este tipo de episodios en los centros sanitarios, como ya ocurrió el año anterior, con un incremento del 22% a nivel nacional que extrapola también a la provincia de Cádiz.