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Viernes 15/11/2024
 

Jerez

El Supremo ratifica la pena a un pederasta algecireño

La joven sufrió los abusos entre los 10 y los 16 años

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  • El ahora condenado se exhibió ante la niña, se masturbó ante ella y le realizó tocamientos
El pederasta algecireño F.P.E. tendrá que ir a prisión después de que el Tribunal Supremo rechazase su recurso contra la sentencia de la Audiencia Provincial del pasado 26 de marzo, que lo condenaba a tres años y un mes de cárcel por abusar sexualmente de su sobrina entre los años 2000 y 2006.

La Sala de lo Penal del Supremo considera probado que este individuo se exhibía desnudo ante la niña en su domicilio de la barriada de Pelayo y que se masturbaba en su presencia, llegando a proponerle que le hiciese una felación.

Según fuentes judiciales, el ahora condenado llegaba a introducirse en el dormitorio y tocar los pechos y zonas genitales de la niña, y aprovechando que la madre estaba en la azotea, habría intentado mantener relaciones sexuales con ella.

Además de los tres años y un mes, el pederasta tendrá que pagar 6.000 euros de indemnización, y tiene una orden de alejamiento de 500 metros por cuatro años. Sobre esta sentencia, emitida el pasado 21 de octubre y notificada esta semana a las partes, no cabe ya recurso alguno.

Drogas
Por otra parte, H.B. fue condenado ayer a tres años y seis meses de cárcel por introducir sustancias estupefacientes en el país a través de Algeciras utilizando a un menor. En concreto, se trataba de 29 kilogramos de hachís, según informaron fuentes judiciales. La sentencia llegó tras alcanzarse una conformidad entre el abogado defensor del acusado y el Ministerio Fiscal, que inicialmente pedía cinco años para el acusado.

Papelinas

Igualmente, estaba prevista la celebración de un juicio contra una mujer, S.A.S., a quien se le encontraron papelinas en su domicilio y por lo que se le pedían ocho años de cárcel.
La incomparecencia de algunos de los testigos de la Policía Nacional motivó la suspensión. Estaban previstos en total 18 testigos, 11 de ellos policías, uno de los cuales tenía que declarar por videoconferencia.

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