Además del primer edil, en la mesa se sentaban Lorenzo Pérez, presidente de Trasdocar, Francisco Molina, director de Área de Negocio de Cádiz III y Ceuta de La Caixa, y Francisco Pacheco, director de la oficina sanroqueña de dicha entidad.
El alcalde agradeció a la Fundación La Caixa su implicación con San Roque, “porque ya son dos las ocasiones en que he participado en un acto de este tipo”, y también elogió el trabajo de Trasdocar “porque desde unos inicios muy modestos, ha llegado a ser una gran asociación que no sólo presta servicio a enfermos sanroqueños, sino de todo el Campo de Gibraltar y resto de Andalucía”. Subrayó que las asociaciones como Trasdocar “realizan una gran labor social llegando a donde las administraciones no podemos”.
Por su parte, Lorenzo Pérez agradeció el compromiso de La Caixa con su colectivo. “Las dos primeras subvenciones que nos concedió esta entidad nos sirvieron para sacar adelante el gimnasio de cardio, y con esta tercera vamos a poner en funcionamiento una especie de gabinete con el que asesorar a tantas personas que lo necesitan”
Finalmente, Francisco Molina explicó que la política reciente de la Obra Social Fundación “la Caixa” ha pasado a segundo plano el patrocinio de actividades relacionadas con la cultura y el deporte para centrarse en los colectivos que prestan algún tipo de asistencia social, ya que en estos tiempos de crisis necesitan aún más nuestro apoyo”.
Este proyecto de Trasdocar es uno de los 256 seleccionados por la Obra Social “la Caixa” dentro de la convocatoria Acción Social, para lo que ha destinado cuatro millones de euros. Cuarenta y nueve de estos proyectos, con una dotación global de 786.700 euros, corresponden a entidades andaluzas.
La Asociación de Trasplantados, Donantes y Cardiacos del Campo de Gibraltar (Trasdocar) pretende con estos 12.000 euros poner en marcha un servicio de atención integral y promoción de la salud. Se trata de prestar asistencia psicosocial y física al colectivo de personas trasplantadas, en lista de espera, enfermos cardiacos o crónicos, así como a sus familiares.
Un trabajador social ofrecerá la información, orientación, asesoramiento y en algunos casos la gestión de prestaciones sociales o recursos existentes tanto públicos como privados. Por su parte, un psicólogo realizará distintas terapias que se adecuen a las necesidades de cada usuario, bien a nivel individual o en relación con otros usuarios que se encuentran en la misma situación.