Los hechos tuvieron lugar frente a una tienda de informática ubicada en la calle Fuentenueva en compañía de sus dos cuñados y su cuñada, quien según las fuentes consultadas está en estado de gestación. Según consta en el texto de la denuncia, a la que ha tenido acceso EL FARO INFORMACIÓN, el policía y sus familiares pudieron observar cómo una serie de individuos, algunos de ellos con la cara cubierta por pasamontañas, comenzaron a amenazar al agente municipal con frases tales como: “Te tenemos que matar” o “Lo del domingo pasado no es nada con lo que te vamos a hacer, policía de mierda (sic)”.
Al mismo tiempo, manifestaban que “sabemos dónde vives”, que “le vamos a meter fuego a tu casa contigo dentro y con tu familia”, al mismo tiempo que, según reza en la denuncia, “intentaban entrar en la citada tienda para agredir al agente”.
Refuerzos
Al igual que ocurriese en la anterior ocasión, al agente trató de evitar la confrontación directa con el grupo y a la Policía Local, presentándose poco después agentes motoristas y del grupo Víctor, que lograron la detención de uno de los individuos.
En base a las informaciones recibidas, resultó que la persona detenida era uno de los cuatro marroquíes que acabó en comisaría el pasado domingo, e incluso se le habría encontrado en posesión de la citación para el juicio de faltas por este asunto, que se celebrará el próximo martes. Pese a que en un principio se había detenido a los presuntos agresores por un delito de atentado contra la autoridad, el hecho de que el agente estuviese fuera de servicio ha convertido un proceso en una simple cuestión de faltas.
Fuentes cercanas al perjudicado manifestaron que el agente se encuentra hundido y muy afectado, y que actualmente está en tratamiento psicológico por la situación de estrés que se le ha originado con el incidente. Las mismas fuentes señalaron que el agente teme, especialmente, por su cuñada embarazada y lo que esta situación pueda afectar a su estado.
De igual modo, este diario ha podido saber que el tipo de baja que se le ha concedido al agente es de tipo médico y no laboral, algo que supondría para el agente 400 euros menos de paga. En principio, la razón es que no estaba de servicio cuando ocurrió la primera agresión.
No obstante, desde el entorno del joven se señala que el asunto podría ser “la venganza de un sancionado o detenido”. De hecho, cuando el grupo de magrebíes del domingo increpó supuestamente a su cuñado de 15 años, los presuntos agresores “se fueron directamente a por él como familiar de un policía”.
Por su parte, la Asociación El Estrecho manifestó en días pasados su “apoyo” y “solidaridad” como asociación y “condenar enérgicamente y repudiar esta agresión”, perpetrada por algunos jóvenes de origen marroquí. “Deseamos que los jóvenes detenidos sean los culpables que les caiga todo el peso de la ley”.
El Estrecho comunicó los hechos mencionados a la Delegación de Seguridad y Protección Ciudadana, dirigida por Cristina Garrido, el pasado 16 de diciembre, así como al sindicato UGT de la Policía Local, al que pertenece al agente, el pasado 17 de diciembre.
