Habría que bucear en los libros de historia para encontrar una Semana Santa más adversa en lo meteorológico que la vivida este año, que por momentos ha llegado incluso a recordar a la de 2021, cuando la pandemia permitió la visita a los templos pero impidió la salida a la calle de las cofradías.
Además, se ha dado la circunstancia de que
las predicciones que se hicieron justo en las vísperas del Domingo de Ramos han acertado de pleno. En otras ocasiones la meteorología ha evolucionado favorable o desfavorablemente, pero esta vez no se ha alterado en ningún momento el guión.
Así las cosas, la mayor parte de las cofradías ha optado por no echarse a la calle, dando por suspendidas sus estaciones de penitencia en vista de unos partes poco alentadores.
El balance, de hecho, es el siguiente:
de las 46 hermandades de penitencia con que cuenta Jerez en este momento, sólo 14 de ellas han puesto sus cortejos en la calle; si bien, la cifra incluso podemos reducirla a doce, ya que una de ellas es la de La Entrega, que procesionó el Sábado de Pasión, y otra es la de El Perdón, que sólo mantuvo al primer tramo de nazarenos unos diez minutos en la puerta de la Ermita de Guía. Además, de esas doce -o catorce-, sólo siete pudieron hacer estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral.
El Domingo de Ramos, sin ir más lejos, fue la Hermandad de Pasión la que se animó a poner rumbo al centro de Jerez a pesar de ser el suyo uno de los templos más alejados de la Carrera Oficial. Apenas una hora después de estar en la calle empezó a lloviznar y se vio obligada a regresar a su sede.
El Lunes Santo se modificaron algunos horarios previstos de salida ya incluso por la mañana, pero ni siquiera esos movimientos bastaron ante una realidad que se mostró tozuda.
La Hermandad de la Paz de Fátima fue la única en salir a la calle, completando su itinerario con relativa normalidad aunque en un ambiente ciertamente desangelado.
El Martes Santo comenzó según el guión previsto, dado que a la hora de salida de las primeras cofradías no estaba lloviendo, existiendo además una cierta tregua meteorológica que animaba a lanzarse a la aventura.
Bondad y Misericordia, La Salud de San Rafael, La Clemencia, La Salvación e incluso la Hermandad del Desconsuelo iniciaron sus recorridos procesionales, en este último caso cuando ya se habían abierto los paraguas. La lluvia apareció de veras cuando las cuatro primeras se encontraban en la Carrera Oficial. Tres se refugiaron en la Catedral y una cuarta -La Salud- lo hizo en San Francisco. Poco después iniciarían el camino de regreso a sus templos. El paso de misterio del Señor de las Penas se refugió en la Victoria y el palio del Desconsuelo en la Merced, volviendo igualmente a San Mateo cuando lo permitió la meteorología. Apenas unas horas después, el hermano mayor de la Clemencia, Damián López-Cepero, presentó su dimisión tras recibir “insultos” y “amenazas” relacionadas con la decisión de salir a la calle, de la que admitió ser el “único responsable”.
De las cinco cofradías del Miércoles Santo, solo la Hermandad de las Tres Caídas adoptó la decisión de hacer la estación de penitencia, haciéndolo en una tarde bastante desapacible, en ocasiones bajo un auténtico vendabal y a veces, también, bajo la lluvia. Por si fuera poco, el cortejo se rompió en dos, quedando por un lado el Señor de la Salud en sus Tres Caídas y por otro el crucificado de la Salud y la Virgen de los Dolores.
Tras esta desagradable experiencia
las cofradías del Jueves Santo optaron por no salir a la calle, dándose la circunstancia de que finalmente no llovió.
También adoptaron esta misma determinación las de la Madrugada del Viernes Santo y gracias a ello evitaron la tremenda tormenta que sacudió a Jerez a partir de las seis de la mañana. Ya en las primeras horas de la tarde se abrieron claros y llegó a salir el sol, si bien la predicción meteorológica advirtió de nuevas lluvias a partir de las ocho de la tarde.
La Expiración y Las Viñas se echaron a la calle, aunque dando desde un primer momento la sensación de que no iban a conseguir el primer objetivo de alcanzar la Catedral. Así fue, los cofrades de la ermita de San Telmo buscaron refugio en San Francisco cuando transitaban por Corredera, mientras que el paso de misterio de Las Viñas accedió a Santo Domingo y el palio volvió a su templo. Afortunadamente, todavía no había empezado a llover. Ambas cofradías han programado el regreso a sus respectivos templos para esta misma tarde del Domingo de Resurrección, siempre y cuando el tiempo lo permita, algo que está por ver.
La Semana Santa de Jerez recuperó en 2023 las salidas procesionales en la jornada del Sábado Santo. En este 2024 veía incrementada además la nómina de cofradías, con la presencia de Santa Marta, que en sus orígenes procesionaba en esta jornada -lo hizo hasta 1980-. Sin embargo, la historia volvió a repetirse y las hermandades de
La Piedad y La Sacramental decidieron quedarse en sus templos ante el riesgo de lluvia. Sí procesionaron Santa Marta y la Sagrada Mortaja.