El portavoz de La Confluencia, Raúl Ruiz-Berdejo, ha mostrado su preocupación por los “síntomas” que empieza a mostrar la situación económica del Ayuntamiento de Jerez cuando apenas resta un mes para que se cumpla un año de las elecciones municipales.
Según Ruiz-Berdejo, el Gobierno local “no tiene un plan” para enderezar esta situación, algo que le “preocupa” especialmente si se tiene en cuenta que “se ha comido el presupuesto” para todo el ejercicio “en tres meses”, tal y como puso de manifiesto el último informe de ejecución presupuestaria.
En el programa ‘El Templete’, que se emite semanalmente en 7 TV Jerez, el portavoz de La Confluencia expresó su “sensación” de que casi un año después de esas elecciones “la ciudad está en 'stand by' y, lo que es peor, sin presupuesto ni propósito siquiera de tenerlo”.
Además, “el plan de estabilización sigue pendiente y no se ha dado un paso para avanzar en el objetivo de la capitalidad cultural o para implantar la Zona de Bajas Emisiones”.
Por si fuera poco, “la mayor empresa pública municipal, Comujesa, se encuentra prácticamente al borde de la quiebra técnica”, de ahí que le preocupe “lo que pueda ocurrir a la vuelta de la esquina”.
Mientras tanto, Ruiz-Berdejo observa cómo la alcaldesa, María José García-Pelayo, parece dispuesta a asumir todas las reivindicaciones de los trabajadores, lo que se traduce en un incremento del gasto municipal.
“Nosotros no somos sospechosos de no defender los derechos de los trabajadores, pero es importante acordar y negociar con los sindicatos dentro del margen de posibilidades que existe. A cualquier padre le gusta regalar a sus hijos lo mejor, pero a veces no se puede porque si se hace, va a faltar dinero para otra cosa”, explicó.
En esa línea, recordó “lo difícil que ha sido encauzar la dramática situación” del Ayuntamiento en estos últimos años y “recuperar cierta normalidad”, de ahí que le preocupe especialmente “que todo ese trabajo se tire por el retrete en unos meses de gobierno”.
“Entendemos que el Gobierno quiera estar a buenas con todo el mundo, pero el presupuesto es el que es y llega un momento en el que ya no hay más. No entendemos que se cierren acuerdos sin partidas presupuestarias que garanticen su cumplimiento, porque de nada sirven si dentro de tres meses no se pueden pagar”, concluyó.
