El Gran Premio de MotoGP 2024 ya ruge en Jerez. La ciudad daba la bienvenida este jueves a los primeros moteros en una Alameda Cristina llena de aficionados que hacían cola para conocer el Garage Motor que horas antes habían apadrinado Marc y Alex Márquez acompañados por la alcaldesa, María José García-Pelayo y numerosos miembros del Gobierno local. Este punto de encuentro para los amantes del motor, con una exclusiva exposición de varias de sus motos de competición y que resultó todo un descubrimiento el pasado año, se convertía en un hervidero de público dispuesto a ver de cerca a sus ídolos, con sus cascos y chupas para intentar conseguir un autógrafo, o un selfie, que casi les hace más ilusión.
No pudo ser, y salvo casos contados, la mayoría se volvía a casa sin ellos, aunque con la alegría de haber visto a Márquez sobre el escenario, donde se mostró dispuesto a “bailar” este domingo en el Circuito de Jerez, como ya hizo en Austin, para celebrar su triunfo. “Guapooooooo. Vas a quedar el primeroooo”, gritaban un grupo de amigas de Jerez en primera fila sin perder el sentido del humor, aunque llevasen allí desde las tres y media “y sin comer”. Y eran las siete de la tarde, ojo. Si esto no es amor…
Y, bueno, Márquez no podía dejar de reír. Este año “sí que estoy contento”. En 2023 una lesión le dejó su contacto con Jerez a medio gas “y en Jerez no se puede fallar”. Él lo tiene claro. “Donde no faltaría nunca como aficionado es en Jerez, al Circuito de casita”, dijo haciendo una dedicatoria de amor al sur, a Jerez y a su veraneo en El Puerto.
Y es que para los moteros que cruzan el país estos días venir al Gran Premio de España es terapéutico y debería prescribirse como “vacaciones obligatorias”. Así lo vive una pareja de Madrid, que lleva más de una década viniendo al Circuito de Jerez-Ángel Nieto y que se conoce al dedillo esta provincia. “Llevamos ya diez días aquí. Nos quedamos en El Palmar. Son vacaciones obligatorias; estamos encantados”, cuentan a VIVA JEREZ mientras disfrutan de la llegada de la Gran Caravana Motera, otro clásico que también se ha convertido en un indispensable de la programación del jueves.
Familias al completo, grupos de jóvenes, mayores…esta cita es intergeneracional. Y sino que se lo digan a Asunción, que no pierde detalle desde su silla de ruedas, entusiasmada por el ambiente y entre acelerón y acelerón de los moteros para celebrar su llegada a la meta de la Alameda Cristina. Y es que las motos son algo más que ruido. “Para una vez que vienen hay que meterse en el lío. Yo siempre he venido. Y ahora lo hago así”, apunta.
Y de este punto caliente a la Alameda Vieja, con el Festival Mundial de Foodtruck, con tributos a Bon Jovi y puestos temáticos de comida internacional, por el que algún que otro despistado preguntaba este jueves. Es una de las asignaturas pendientes de los últimos años insistir más en la promoción de las actividades paralelas para que los moteros se queden y se alojen en Jerez, que desde primera hora de la tarde rugía cada vez con más fuerza por todo el casco urbano. Ya están aquí. Bienvenidos a Jerez. ¡Que empiece la fiesta!