Un nuevo informe de la Airef sitúa a los ayuntamientos de tres municipios españoles al borde de la quiebra financiera. Los coloca en nivel de riesgo “crítico”. Son Jaén, Parla y Jerez, una ciudad cuya deuda rebasa los 1.000 millones de euros desde hace más de una década y que va camino de seguir cavando el hoyo.
El nuevo gobierno de la alcaldesa y presidenta de la Femp, María José García Pelayo, con mayoría absoluta del Partido Popular, en poco más de un año, ha incrementado las facturas en el cajón un 27%; ha dilatado el periodo medio de pago a proveedores hasta los 66 días; y ha subido el gasto de personal un 14%. Desde que cogió el bastón de mando a mediados de 2023, el sobrecoste en las nóminas ya es de 21 millones de euros por la aprobación de nuevos convenios, más gratificaciones, productividades y hasta un plus de 2.200 euros al año para cada empleado municipal por el simple hecho de ir a trabajar. Su gobierno ha ampliado además a 200 las entidades que reciben subvenciones a dedo. A todas ellas inyecta una cantidad global de más de tres millones de euros.
Para pagar toda esta fiesta en un ayuntamiento totalmente asfixiado, el gobierno jerezano, incapaz hasta ahora de aprobar unos presupuestos,
ha decidido subir, de momento, hasta cinco impuestos y tasas. Ni aún así, puede cuadrar las cuentas.
La veterana Pelayo endosa a las arcas públicas y al contribuyente el precio de su ansiada paz social. Se vuelve a equivocar. En este camino de muy difícil retorno, terminará por estrellar el Panda gripado que dirige y maneja con aires de Lamborghini.
*Artículo de La Ventana Andalucía de la Cadena Ser dentro de la sección La Columna de Ana Huguet