La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, ratifica una decisión anterior y considera al imputado, J.L.M.E., nacido en 1985, autor criminalmente responsable de un delito de lesiones contra el árbitro Miguel Ruiz.
Los hechos ocurrieron el 4 de octubre de 2008 en un partido de la categoría Regional Preferente en el campo Virgen del Carmen de La Línea de la Concepción, en el que Ruiz enseñó la segunda tarjeta amarilla al jugador, que vestía la camiseta con el número 9 del club.
El amonestado asestó un puñetazo al colegiado en la cara, fracturándole varios huesos de la nariz, fractura parcial de dos dientes y otras heridas faciales de las que tardó 34 días en recuperarse.
A la víctima le han quedado como secuelas la "desvitalización" de los dientes afectados, alteración de la respiración por deformación ósea y desvío del tabique nasal.
La sentencia indica que J.L.M.E. actuó "contrariado" por la decisión arbitral y "con claro ánimo de menoscabar la integridad física" del agredido. La decisión judicial condena además al exjugador a la privación del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena y a las costas procesales.
El delegado provincial de árbitros de fútbol de Cádiz, Juan Antonio Álvarez, ha señalado en declaraciones a Efe que se trata de una sentencia "ejemplar", aunque ha lamentado que el agredido, que tenía 22 años en el momento de la agresión, dejara el arbitraje "por culpa de este incidente, cuando tenía un futuro muy prometedor".
Álvarez ha cifrado en 19 agresiones las ocurridas en lo que va de año y ha hecho un llamamiento a la "reflexión" ante la reiteración de estos incidentes. Ha aclarado que la cantidad que el jugador debe abonar al comité de árbitros es por la cantidad que la entidad adelantó al agredido para la implantación de las piezas dentales deterioradas.