A Eduard Fernández se le nota feliz. "Estoy en mi mejor momento y qué alegría me da llevarlo y decirlo con naturalidad", afirma a EFE con motivo del estreno en salas de 'Marco', su última película, en donde despliega un repertorio de técnica actoral para entrar en "el alma" de un impostor.
Por este trabajo, Fernández acaba de ser nominado al premio Forqué como mejor actor, lo que augura un camino de candidaturas a otros galardones, quizá el Goya del año que viene.
Opciones tiene, desde luego, porque además, desde hace meses, tiene en cartel 'El 47', en la que encarna a otro hombre que existió en otra demostración de capacidad interpretativa.
De 'Marco', una producción dirigida por Jon Garaño y Aitor Garregi, responsables de 'La Trinchera Infinita' o de la serie 'Cristóbal Balenciaga', habla maravillas. "Quiero mucho a esta película", dice en conversación telefónica.
El tipo de personaje, el proceso actoral seguido para "encontrar su alma" y la sintonía con los directores explican en gran medida el trabajo de Fernández.
1. ¿Quién fue Enric Marco?
El personaje sobre el que se construye la película (Barcelona, 1921-2022) atravesó la mayor parte de su vida dentro de una mentira fabricada por él mismo.
Se hizo pasar por víctima de los campos de concentración de los nazis a pesar de que nunca estuvo en uno. Presidió la Asociación Española de Víctimas del Holocausto a pesar de que no sufrió el holocausto.
Y a pesar de todo esto, fue protagonista de un acto de homenaje en el Congreso y logró movilizar al mismísimo José Luis Rodríguez Zapatero para que, como presidente del Gobierno entonces, fuera a un homenaje internacional.
No fue. Justo antes de que tuviera lugar, un historiador destapó la mentira y a Marco se le cayó la impostura y se le derrumbó la vida.
2. "Encontrar el alma": el trabajo de un actor
Esta existencia basada en la mentira ha propiciado un documental, una novela de Javier Cercas, y ahora, la película protagonizada por Eduard Fernández.
Acercarse a Marco fue un trabajo lento que el actor levantó desde la lectura del guión, las conversaciones con Garaño y Arregi y la investigación.
"El acercamiento fue primero físico: engordé, me afeité la cabeza, me fijé en cómo movía la boca al hablar, en cómo se le movían las cejas. El siguiente paso fue introducirse en la psicología del personaje, profundizar en su vacío interior", cuenta.
¿Por qué esas "ansias de estar siempre arriba", de estar bajo el foco, de que todo el mundo hable de él todo el rato? Esto es lo que exploró Fernández. "Lo que quería era encontrar el alma", matiza el actor catalán.
Para completar una aproximación tan exhaustiva, tiró de empatía. "Encarnar", asegura, "es hacer un personaje, y yo no soy quién para juzgar a nadie, pero sí para juzgar los actos, así que me dediqué a contar los actos" de Enric Marco.
Aunque la Asociación que presidió estuvo al margen de la creación de la película y los familiares prefirieron "no saber nada", "había suficiente material para investigar" e "ir trabajando el castillo interior" con la guía de los directores, añade.
3. La sintonía con Garaño y Arregi
El trabajo con los realizadores fue estimulante, sobre todo por la manera en que administraron la información, apunta Fernández.
Pero también, según sus palabras, por la puesta en escena, los movimientos de cámara, y en general, por la elección de una narrativa que ilustra la impostura del personaje y su relación con la verdad. Aquí el mérito es colectivo, recalca el actor catalán. "El cine se hace entre todos", enfatiza.
A la espera de la acogida del público, 'Marco' es ya una muestra del talento de este actor de 60 años que responde así a la pregunta sobre si está en su mejor momento: "Sí. Estoy en mi mejor momento".