Las negociaciones que los estibadores mantenían con los representantes de las empresas dedicadas al avituallamiento y aprovisionamiento de buques en el Puerto Bahía de Algeciras han quedado en suspenso después de que varios contenedores de TransPiedra aparecieran flotando este fin de semana tras ser arrojados desde la terminal de APM.

El presidente de TransPiedra, Manuel Piedra, repasó ayer que “hemos solicitado que haya normalidad y que no se repitan los actos del pasado fin de semana”.

Piedra aseguró que está a la espera de saber “si la APBA es capaz de ver lo ocurrido en la terminal a través de sus cámaras”. Con todo, el empresario ya denunció su situación ante la Guardia Civil, que trasladó el caso al Juzgado Número 3 de Algeciras.

Últimos flecos
La negociación entre Aesba, Apemar y Marapié se encontraba en su fase final, ya que se había acordado que, con determinados volúmenes, se contratarían a estibadores eventuales como apoyo para realizar las tareas.
“Eso era lo que quedaba negociar, la cantidad de unidades a partir de la que recurrir a ellos”, apuntaba Piedra, “ya que no se sabía si eran toneladas o pales”.

En este acuerdo, los socios de Aesba y Apemar se comprometían también a hacerse cargo de los gastos de la contratación diaria de cuatro trabajadores eventuales para el muelle de embarcaciones auxiliares.

Trayectoria
El conflicto sobre este asunto comenzó la semana pasada después de que los estibadores entorpecieran las labores de aprovisionamiento al entender que no se realizaban con el personal apropiado.

La base de las disputa residen en la interpretación de la Ley de Puertos ya que las empresas consideran que no necesitaban personal portuario para llevar a cabo estas tareas, mientras que los portuarios opinan justo lo contrario. Fuentes de la estiba señalaban que “al cliente final se le cobra un trabajo de estiba y desestiba de su carga. Alguien tiene que hacerlo”.