Los contenedores descargados del buque Deneb, para permitir el reflotamiento, tras su escora en el muelle Juan Carlos I,el 11 de junio,fueron depositados en APM-T.
Muchos de estos contenedores descargados de la bodega del buque, transportaban mercancía perecedera refrigerada y/o congelada.
Los contenedores que la transportaban quedaron inservibles, y la mercancía fue reubicada en nuevos contenedores frigoríficos para ralentizar la descomposición.
Se planeó que una vez sellados para evitar la salida de lixiviados, serian transportados -a razón de tres unidades por día- hasta un centro de tratamiento de residuos ubicado en la provincia de Sevilla, donde los alimentos serán destruidos.
Pese a todo, nada ha podido evitar que toda la terminal portuaria así como las zonas próximas, “se hayan visto invadidas por un olor insoportable, que padecen tanto los trabajadores como los usuarios de nuestro puerto, así como los vecinos de las zonas colindantes”.