La plantilla de Urbanos Amarillos cobró este martes la nómina correspondiente al pasado mes de enero, confiando en que de manera inminente se le ingresen también los salarios de febrero, lo que empezaría a normalizar una situación enquistada desde hace ya casi dos años.
El cobro de estos salarios es posible gracias a una transferencia de 565.000 euros realizada por el Ayuntamiento. De esa cantidad, 350.000 euros se destinan al abono de las nóminas, mientras que los restantes 215.000 euros han servido para levantar un embargo de la Seguridad Social. El Consistorio tiene previsto hacer una nueva transferencia de 70.000 euros esta misma semana, lo que permitiría abonar el salario de febrero.
El portavoz del comité de empresa, Ángel Morales, se mostró satisfecho con este ingreso, si bien lamentó que la plantilla esté condenada a seguir padeciendo esta situación “durante algún tiempo”, el necesario para terminar de “normalizar” el servicio.
“Lo esperanzador es que al menos tenemos garantizado que la situación no irá a peor, si bien está claro que la solución a nuestro problema no va a ser inmediata”, apuntó.
Desde el Ayuntamiento, el propio concejal responsable del Plan de Movilidad, Agustín Muñoz, recordó que el compromiso del Gobierno local pasa por transferir 250.000 euros mensuales a la empresa, lo que unido a la recaudación del servicio -unos 200.000 euros- permitirá su normalización.
La plantilla, mientras tanto, sabe ya que la factura pendiente de pago a Cojetusa ha entrado en la repesca de la línea de crédito abierta por el ICO, si bien todo apunta a que la deuda que la anterior concesionaria acumuló con los trabajadores no será saldada hasta el próximo mes de septiembre.
Cojetusa dejó pendiente de pago una media que oscila entre los 5.000 y los 7.000 euros por trabajador, de ahí que ese próximo ingreso supondrá sin duda alguna un balón de oxígeno para la práctica totalidad de la plantilla.
Apoyan la compra de autobuses
El portavoz del comité de empresa, Ángel Morales, respaldó ayer la intención del Gobierno local de adquirir 21 autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid con una antigüedad que oscila entre los seis y los ocho años. “No es lo ideal, pero entendemos que es bastante mejor de lo que tenemos porque los nuestros tienen 17 años. Además, el mantenimiento de estos autobuses ha sido bastante bueno. Entendemos que van a mejorar bastante el servicio”, explicó Morales.
El comité de empresa está participando también en la elaboración de las nuevas líneas, apostando por recorridos radiales que mejoren la fluidez.